Reviews con sabor a pollo

Sparks (2013)

Sparks (2013)
Publicado en Review por - Sep 17, 2014
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Con tantas películas de superhéroes que está escupiendo Hollywood estos últimos años, y las que todavía están por venir, dirijo mi atención al cine independiente a ver qué ideas ofrecen que no sea la misma fórmula de “superhéroe salva día y nada malo pasó”. Es en estas aventuras que me encuentro con Sparks, una película que carece de absolutamente todo, pero que hace el intento, y no nos vende lo mismo que las otras películas de superhéroes. Así que si algún día te hartas de Hollywood, pues prueba a ver con Sparks, pero no garantizo nada.

Sparks se trata de las aventuras y desventuras de un superhéroe perdedor que no tiene superpoderes, ambientada en la década de los 40s, y tirando a noir. Posiblemente estés pensando que se trata de una extraña mezcla de Kick-Ass (2010) con Sin City (2005) y un poco de Watchmen (2009), y estarías en lo correcto si no fuera porque en Sparks todo se ve horrible, las actuaciones son malas, el libreto es una colección de líneas cursis que no le hacen favores, y las secuencias de acción se ven terribles. Sin embargo, me agrada la historia porque no es alegre la mayor parte del tiempo, y por la forma no-tan-lineal que tienen de narrarla.

Cuando estás muriendo y nadie conoce tu historia, la lluvia no tiene importancia.

Cuando estás muriendo y nadie conoce tu historia, la lluvia no tiene importancia.

La película empieza con el perdedor de Ian Sparks (Chase Williamson) huyendo por su vida y narrándole su biografía al editor del periódico local Daily Chronicle, con la finalidad de que escriban un buen reportaje limpiando su nombre de la horrible fama que tiene. Como apenas está empezando la película no sabemos absolutamente nada de Ian Sparks, por lo que estará narrándonos los acontecimientos más importantes de su vida antes de que 1) muera desangrado, o 2) el asesino que lo está buscando lo encuentre, o 3) la policía lo encuentre y lo arreste.

En este mundo de Sparks, hay algunos humanos con superpoderes, y sólo un puñado ha decidido a dedicarse a ser superhéroes porque nada impide que los maten. El origen de esos superhumanos se puede rastrear al año 1920, cuando un meteorito cae en Rochester, Nueva York, y cuya radiación afectó a menos de un centenar de personas, de los cuales sólo 13 quedaron con vida luego de 18 meses. Más adelante, la película entrará en una contradicción porque nadie leyó el libreto antes de empezar a rodarla, y dirán que el año del meteorito fue el 1917, además de otros errores que no voy a mencionar.

¿Qué tiene que ver lo anterior con Sparks? Casi nada o casi todo. El caso es que años más tarde, cuando Ian era un niño que soñaba con ser un “súper”, el carro de su familia tiene un aparatoso accidente con un tren cuando es chocado por un carro criminal que estaba huyendo de la policía. De este accidente sólo Ian sale con vida y un químico rojo de uno de los tanques que cargaba el tren lo cubre para darle sus superpoderes: ser un perdedor y tomar malas decisiones. Así el joven Ian crece en las calles de Ciudad Gótica NoSéDónde jugando a ser un superhéroe con los delincuentes locales, hasta que se muda a la gran ciudad y le patean el trasero constantemente.

¡Ay, recítame el evangelio pero no me mates!

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Es en la ciudad que Sparks conoce a la superheroína llamada Lady Heavenly (Ashley Bell), quien tampoco tiene superpoderes, pero al menos no pasa vergüenza peleando contra los criminales. Ambos forman un dúo dinámico porque sí, hasta que un día cualquiera se tienen que enfrentar a un asesino en serie. Aquí es cuando nos muestran la cruda realidad, que no es lo mismo enfrentarse a un montón de idiotas que no tienen la intención de matar a nadie, a enfrentarse a un enfermo mental que sólo piensa en hacer películas de gente siendo descuartizada. También nos enseñan las consecuencias de saber la identidad secreta de un superhéroe, algo que Peter Parker ha estado evitando por años.

A lo largo de la película dejan cabos sueltos que van amarrando a medida que avanzan los minutos para así completar la misteriosa biografía de Ian Sparks. Por ejemplo, tendremos que visitar varias veces el accidente de tren para entender lo que pasó ese día. Es por esto que me gusta este tipo de narración no-lineal tirando a noir, porque no nos dan todos los detalles desde el principio, sino que juegan un poco con nuestra ignorancia y nos dan a un héroe defectuoso. Ahora bien, si yo me estuviera desangrando, probablemente no contaría mi historia de esta manera, porque toma más tiempo y tendría que repetir detalles. Otra de las malas decisiones de Ian.

La única forma de hacer dinero combatiendo el crimen.

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Conclusión

Mientras que Sparks dista mucho de ser una excelencia cinematográfica, es una que puedo disfrutar por ser diferente a la fórmula básica que Hollywood y Marvel nos están haciendo tragar recientemente. Dicho esto, no creo que pueda recomendársela a nadie porque sólo con ver los primeros 30 segundos es suficiente como para ahuyentar a cualquiera.

Otro superpoder: Provocar risa incontrolable.

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