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Transformers: Dark of the Moon (2011)

Transformers: El lado oscuro de la Luna

Transformers: Dark of the Moon (2011)
Publicado en El Baúl, Review por - Jul 03, 2014
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Transformers: Dark of the Moon  es otro desastre más de la mano de Michael Bay, que nos lleva por tercera ocasión a la guerra sin sentido entre Decepticons, liderados por Megatron, y los Autobots, liderados por el sociópata Optimus Prime. Como ya es de costumbre, el plan de los Decepticons es encontrar el nuevo aparato mágico que los hará ganar la guerra contra los Autobots, destruyendo completamente la trama de la película anterior. Ya no se trata del cubo Allspark, ni de la máquina para destruir el Sol. Ahora es un aparato que de haberlo tenido los Autobots, hubieran ganado la guerra hace muchos años… Excepto que los Autobots sí lo tenían, y luego de que muestran lo que hace, nadie sabe cómo diablos eso hubiera ayudado en algo.

El mundo hubiese sido un mejor lugar si no hubieran buscado esta dichosa nave.

El mundo hubiese sido un mejor lugar si no hubieran buscado esta dichosa nave.

La película empieza con Optimus Prime (Peter Cullen) narrándonos cómo una aeronave Autobot fue derribada en la órbita de Cybertron, pero en lugar de caer al planeta según lo dicta la ley de gravedad, se pierde a la deriva del espacio infinito para caer en el lado lejano de la Luna en el 1961. De ahí que Estados Unidos y la Unión Soviética emprenden la carrera espacial, para buscar ese asunto desconocido que cayó en la Luna. Los gringos ganan porque Neil Armstrong, Buzz Aldrin, y Michael Collins llegaron a la Luna. Bueno, pues admito que esta película empieza con buen pie, asocian el conflicto de los transformers con la carrera espacial, y por lo menos presentan un vistazo de Cybertron. Creo que este rollo de la nave bautizada “El Arca” hubiera funcionado mejor para una primera película de Transformers, en lugar de estar forzándola para la tercera. ¿Qué dices? ¿Que entonces se parecería más a la serie de los 80 y a las miles historias de origen? ¡Nunca me lo hubiera imaginado!

El problema de lo que sea que esté en esa nave, es que ahora es el objeto más importante, restándole toda importancia a lo que pasó en las películas anteriores. Los Deceptions tienen muchos años en la Tierra buscando un arma que destruye soles, y años después es que cae el Arca en la Luna. Megatron viene en busca del Allspark pero queda congelado, y años después es que cae el Arca en la Luna. Mientras Sam Witwicky huye gritando a todo pulmón porque teme por su vida, el Arca está reposando en la Luna. Mientras que “The Fallen” está sentado en su trono cerca de Saturno, esperando el día en que enviará por correo su venganza, la maldita Arca está en la maldita Luna. Para ser una raza de tecnología avanzada, que un puñado de humanos pueda esconder el Arca simplemente manteniendo el silencio, es algo que no tiene precio.

Poniéndose celoso ante McDreamy.

Poniéndose celoso ante McDreamy.

En fin, una vez más volvemos a la vida de nuestro perdedor favorito, Sam Witwicky (Shia LaBeouf), quien ha terminado la universidad sin contratiempos, ha recibido una medalla por salvar al mundo, y ahora tiene como novia a una modelo de Victoria’s Secret. Vive con ella en un apartamento de dos pisos en Washington, D.C., y no ha podido conseguir empleo. Bumblebee lo ha abandonado para hacer las misiones de mercenario/asesinato junto a Optimus Prime, por lo que tiene que transportarse en un carro que no lo usaría ningún “padre de familia” dominicano. ¿Por qué debería de importarme este individuo? Porque es uno de los pocos que le agrega emoción al desastre de película que es Transformers 3. Sí, es un inútil que actúa como imbécil y que se la pasa gritando, pero lamentablemente es la única forma de poder identificarnos con algún personaje, ya que todos los transformers son un montón de idiotas sin personalidad alguna, y en el caso de Optimus Prime, un sociópata que se muestra preocupado por la extinción de su especie, mientras que no pierde el tiempo en eliminar a cualquier Decepticon que aparezca en su camino. Y cuando no aparece en su camino, él mismo va a buscarlo para eliminarlo.

Cualquiera que lo viera pensaría que hará algo importante.

Cualquiera que lo viera pensaría que hará algo importante.

Como deben extender innecesariamente la película para establecer alguna personalidad para Sam, en un principio se basa en hacer una parodia acerca del mercado laboral gringo, con estúpidas preguntas para sus entrevistas, y gente horrible que a nadie le desearía como su jefe. Quien llega a ser la parodia suprema es el Sr. Brazos (John Malkovich), y no me parece que ninguna de sus interacciones con Sam es remotamente graciosa, y es quien le da el fabuloso trabajo de mensajero interno. Los planetas se alinean una vez más para darle a Sam el poder de resolver cualquier misterio que los idiotas Autobots y los militares no son capaces de descifrar, y el interés romántico cuyo único propósito es meterse en problemas. A esto se le suma John Turturro, quien se está ganando la vida escribiendo libros acerca de extraterrestres, y el único que tiene dos dedos de frente en la película completa (por algo es que respeto a su personaje). El mayordomo raro de John Turturro, un tal Dutch (Alan Tudyk), tiene el superpoder de crear de la nada un cuello ortopédico, y de desaparecerlo sin dejar rastro.

Recuerda esta parte, porque no tendrá ninguna importancia.

Recuerda esta parte, porque no tendrá ninguna importancia.

Hay un montón de exposición acerca del Arca, el plan de la NASA de no decirle a nadie lo que encontraron en la Luna, y el nuevo plan de los Decepticons de apoderarse del arma supersecreta. Adicionalmente, hay un montón de explosiones y escenas de acción que no tienen propósito alguno, por lo que buscarle alguna lógica es una pérdida del tiempo. Dicho todo esto, creo que el resultado quedó menos peor que la película anterior, pero no por mucho. Los transformers son personajes unidimensionales que no dicen ni hablan mucho, y que para tratarse de su propia película, no son los protagonistas. Así, lo que tenemos es que en los momentos claves desaparecen/huyen sin hacer nada al respecto, y vuelven a aparecer cuando los humanos ya han hecho la mayor parte del trabajo sucio.

El plan malévolo de los Decepticons es reconstruir a Cybertron, y el plan de los heróicos Autobots es matar a todos los Decepticons. Oh, espera. ¿Qué pasaría si redifiniéramos quiénes son los buenos y los malos? Al paso que los Autobots van eliminando a los Decepticons, es sorprendente que Optimus Prime tenga los timbales de argumentar que estaban perdiendo la guerra. Megatron quiere reconstruir a Cybertron usando a los humanos para la mano de obra, por lo que no tienen interés alguno en preservar vidas humanas. Sin embargo, ese no es el caso cuando se trata de eliminar a otro transformer porque no toman medidas tan frívolas como para ejecutar a sus propios hermanos. Los Autobots, en cambio, están tan concentrados en ser los ídolos humanos que no lo piensan dos veces antes de tomar acciones en contra de su propia especie. Esto es terrible, ¿a quién se le ocurrió convertir a Optimus Prime en un carnicero despiadado?

Entonces la última hora de la película es un espectáculo de acción, violencia, y explosiones. ¿Y sabes qué es lo que le falta? ¡Emoción! Sólo porque los militares quieran ir del punto A al punto B, no significa que me importe. Sólo porque el ejército Decepticon decide bajar de la Luna y empezar a pulverizar humanos, no significa que me importe. Sólo porque los Autobots se esconden mientras que los humanos pelean, no significa que me importen. Sólo porque Shia LaBeouf sienta celos de McDreamy (Patrick Dempsey), no significa que me importe. Entonces vainas pasan, los militares matan Decepticons, y no hay ninguna manera de que me importe. Es como ver un maratón de efectos especiales y explosiones sin ningún sentido ni trama y es aburrido, pero siguen y siguen, y más explosiones y más efectos especiales. Esto es algo cruel.

Ni siquiera a ella le importan todas estas explosiones.

Ni siquiera a ella le importan todas estas explosiones.

Conclusión

Transformers: Dark of the Moon, además de ser un desastre de película por carecer de una trama con sentido, presenta a los Autobots como unos sanguinarios que no sienten compasión cuando se enfrentan a los Decepticons. Al menos lo hace mejor que sus predecesoras en el departamento en cuanto a efectos especiales, y en las cámaras que enfocan la acción. Cuando eso es lo único que tiene para vender, decir que es mejor que su predecesora es lo mismo que decir que la diarrea explosiva producida por indigestión es mejor que la diarrea explosiva producida por Cólera.

Asumiendo que la gravedad no nos mate, la Tierra se convertiría en una luna de Cybertron.

Asumiendo que la gravedad no nos mate, la Tierra se convertiría en una luna de Cybertron.

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