The Book Thief (2013)
La ladrona de libros

The Book Thief es una historia ambientada en la Alemania nazi de la Segunda Guerra Mundial, y trata de una niña que se robó unos cuantos libros, no muchos para hacer la gran diferencia, pero los suficientes como para ser llamada “ladrona de libros” por su mejor amigo. Este filme se basa en la novela del mismo nombre del escritor australiano Markus Zusak, y al menos hace que me pique la curiosidad para que la lea en el futuro.
La película empieza siendo narrada por un personaje invisible muy tétrico, y con la escena de introducción es suficiente para entender de quién se trata. Este señor no narra el filme completo, sino que esporádicamente presenta su punto de vista macabro con toques de humor negro. Así empieza introduciéndonos a una tal Liesel Meminger (Sophie Nélisse), quien se transportaba en un tren junto a su hermano y su madre, dado que ésta última los ha puesto en adopción. Bueno, pues, digamos que sólo Liesel llega a su destino final.
Algunos estarán preguntándose la razón por la que estos alemanes hablan inglés, o porqué muchos de los libros están en inglés. No soy uno de estos porque creo que ayuda a los no-germanoparlantes como yo a entender la película. El caso es que Liesel conoce a sus nuevos padres adoptivos, los Hubermann, quienes recibirían una subvención por ella y su hermano. Tal parece que el imperio de Hitler daba mesadas a familias que adoptaran niños, y mientras más niños, más dinero. Ahora que pudieron adoptar a una niña solamente, a los Hubermann el negocio de adoptación no les parece tan factible.
Hans “Papa” Hubermann (Geoffrey Rush) es un encantador señor con buen corazón, quien inmediatamente se gana la confianza de la pequeña Liesel. Es imposible odiar a este señor. Imposible. Como alguna clase de ironía, “la ladrona de libros” no sabe leer ni escribir, por lo que Hans le dedica días a enseñarle a leer su primer libro: The Gravedigger’s Handbook (El manual del sepulturero). Y vuelvo y repito: es imposible odiar a este señor. Imposible. El Hans de Geoffrey Rush es quien le da esperanza a los personajes de esta película en esas situaciones en la que la mayoría sólo contemplaríamos nuestra existencia en silencio.
Rosa “Mama” Huberman (Emily Watson) es otro animal completamente. Esta señora es quien tiene los pantalones en la casa, y quien provee la mayor parte de los ingresos. La primera impresión que me da es que tiene piedras en los zapatos y por eso es tan estricta y aburrida. Sin embargo, con el pasar de los minutos, su personaje no resulta tan malo después de todo, y es entendible cómo es que no se ha divorciado de Hans, quien también tiene una paciencia inquebrantable.
Me gustó la película por lo simple que es. Todo ocurre un poco antes, durante, y después de la Segunda Guerra Mundial, pero lo único que vemos es la perspectiva de Liesel como una niña que aprende a leer, que le gustan los libros, y que no entiende cuál es el rollo de los nazis y la persecusión de los judíos, especialmente cuando un tal Max (Ben Schnetzer) aparece un día buscando refugio. Max es un judío a cuyo padre Hans le prometió ayudar a su familia en lo que fuera, y el responsable de que la película tenga que titularse así (The Book Thief).
Conclusión
Me pareció que The Book Thief es un relato encantador acerca de una niña que le gustan los libros en una Alemania nazi mientras ocurren cosas que escapan su entendimiento como la quema de libros o la persecusión de judíos o lo que es ser un comunista. Las actuaciones son maravillosas, la banda sonora de John Williams es excelente, y el trabajo de fotografía de Florian Ballhaus es muy bueno (aunque a veces hace tiembla la cámara). El desarrollo de la trama a veces me pareció lento, pero sin lugar a dudas es una que disfruté.
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