Reviews con sabor a pollo

Labor Day (2013)

Aires de esperanza

Labor Day (2013)
Publicado en Review por - Apr 21, 2014
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Imagina que alguien tome el concepto del Síndrome de Estocolmo y haga una película con una madre y su hijo. Eso es Labor Day, pero por fortuna (o no), la audiencia no padece de este mal cuando es tomada como rehén durante las dos horas de esta película. Se basa en la novela del mismo nombre de la escritora Joyce Maynard y, como todos los escritores, debe tener problemas mentales para sacar a la luz una obra tocando semejante tema.

Antes de ser (más) brusco con la película, debo decir que no me pareció tan mala. Kate Winslet interpreta a una mujer depresiva llamada Adele, y Josh Brolin es el convicto-por-homicidio-recién-escapado-de-prisión Frank Chambers. Ambos son buenos en sus papeles, especialmente Winslet, cuyo personaje pareciera como si tuviera mucho aire en la cabeza hasta que es abrazada por los musculosos brazos de Frank. El hijo de Adele, el chamaquito Henry (Gattlin Griffith) estuvo bien, no ganará será recordado nunca por este papel, pero es raro en esa forma especial que sólo las películas pueden mostrarnos.

La película es un poco lenta en cuanto a su desarrollo, pero me gustó el hecho de que tanto Frank como Adele tienen sus propias historias que van desarrollando a lo largo de la película por medio de flashbacks. El chamaquito también tiene sus propios flashbacks, pero nunca sabremos si se trataban de recuerdos, productos de su imaginación, o la combinación de ambos. La experiencia me dice que es esta tercera opción. Por lo demás, bueno, ¿qué se puede esperar cuando el argumento es “un fugitivo secuestra a madre e hijo, y al final éstos padecen del Síndrome de Estocolmo”? ¿Buena música de fondo? Sí, eso sí.

Si lo pones de esa manera...

Si lo pones de esa manera…

Labor Day se ambienta en el año 1987, durante ese fin de semana largo llamado “Día del trabajo” que los gringos celebran en Septiembre mientras el resto del mundo lo hace en Mayo. De ahí el nombre de la película, aunque no faltará más de uno que se referirá a esta película como un parto (una de las traducciones de “labor“). En este fin de semana (bueno, el jueves para ser más exactos) vemos cómo un chamaquito de 13 años llamado Henry (Gattlin Griffith) intenta ser, por más extraño que suene, el esposo que su madre nunca tuvo. Adele (Kate Winslet) es una mujer despechada que no tiene contacto social alguno exceptuando a los vecinos que entran a su casa sin tocar la puerta y el viaje mensual que hace al supermercado para comprar comida enlatada y vainas congeladas.

Un día de supermercado, un hombre que parece estar desangrándose por una oreja le pide al pequeño Henry que lo ayude. No sé de dónde Frank saca la idea de que Adele lo puede ayudar, pero bien dice en tono un poco amenazante que “francamente, esto necesita pasar”. Gente normal empezaría a gritar despavoridamente, pero Adele sufre de “agorafobia” o miedo a ir a Ágora Mall, y por eso la película debe seguir su retorcido curso. Frank prácticamente mantiene a Adele y a Henry encerrados en casa hasta la hora oportuna para poder huir sin que la policía lo atrape.

Henry, el hombre hombre cambia su propio aceite.

Henry, el hombre hombre cambia su propio aceite.

No dejen que el hecho de haya pasado un buen tiempo en prisión los engañe. Frank sabe cocinar, arreglar puertas, cambiar el aceite del auto, encerar el piso, ajustar esa tabla floja de la escalera, enseñarle a Henry a batear una pelota, y un montón de cosas más que hubiera hecho un esposo/padre. ¿Qué dices? ¿Que el agente Coulson (Clark Gregg) es el papá de Henry, pero que sólo lo ve un día a la semana? Bien, pues la historia de Adele con el agente Coulson (o Gerald, su identidad secreta en esta película) es un poco más compleja y no se trata de un simple divorcio en que la madre se queda con el hijo y la mitad del sueldo del padre.

Así madre e hijo aprenden a convivir con un fugitivo que les hace la cena el primer día que los secuestra. FRANK ES UN CONVICTO. El segundo día es suficiente para creer que Frank no tiene la más mínima intención de hacerles daño, y por eso las labores de reparación de la casa. FRANK MATÓ A ALGUIEN. Una de las tareas del hogar involucra hacer un pastel de melocotón, y no hay manera fácil de describir dicho evento pornográfico. Si lo tuyo es la cocina y hacer pasteles, aquí hay una sobredosis para saciar tu fetichismo. FRANK LES PIDE QUE LO ESCONDAN. A partir de entonces, vivieron felices para siempre. O no, porque aparecen personajes para darle un poco de intriga al asunto, como el niño en la silla de ruedas con la madre abusiva, el vecino de los melocotones, una carajita que habla disparates, y el policía que insiste en llevar a Henry a su casa.

El trasero de un caballo dice cosas más inteligentes.

El trasero de un caballo dice cosas más inteligentes.

Quizás el punto de la película es decirnos que hay personas que merecen otra oportunidad, que sólo porque hayan sido condenadas por homicidio no significa que tengan malas intenciones, que quizás fueron condenadas por un accidente, que quien haya perdido la vida probablemente era una persona despreciable. Quizás.

Conclusión

No puedo decir que me haya gustado Labor Day, pero me gustaron las actuaciones, la musiquita de fondo, y que la cámara no se estaba meneando innecesariamente. La ejecución de la trama es tal que uno debe preguntarse constantemente ¿en serio? ¿en serio?

El entorno familiar... ¿en serio?

El entorno familiar… ¿en serio?

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