Samaritan (2022)
Némesis

Ahora que veo una después de la otra, Samaritan se siente como el borrador de Secret Headquarters (2022), antes de que el libreto fuera infantilizado y vendido a otra productora con mucho más dinero. No estoy diciendo que por esto Secret Headquarters sea mejor película, porque no lo es. Samaritan es más entretenida, pero tampoco es una buena película.
La película empieza con un carajito narrando la historia de un superhéroe llamado Samaritan y su némesis llamado Nemesis. Eh. Se trata de dos hermanos (¿gemelos?), uno que se dedicó a hacer el bien y otro que estaba tan lleno de odio que forjó un martillo para matar al otro. Se dice que ambos murieron hace muchos años atrás, pero existe la esperanza de que Samaritan haya sobrevivido. Y estás viendo una película que se llama Samaritan, que en español por alguna razón la bautizaron Némesis.
Esta es la historia del carajito llamado Sam (Javon ‘Wanna’ Walton), el último fan de Samaritan, y quien ve los videos de un tal Albert Casler (Martin Starr), quien jura y perdura que Samaritan está vivo, escribe libros sobre el tema, pero no tiene ninguna evidencia para respaldar su teoría conspirativa. Sam vive con su madre, Tiffany (Dascha Polanco), y se los está llevando el diablo, por lo que Sam a veces hace ciertas cosas para ganarse par de dólares.
En su última salida con Jace (Abraham Clinkscales) para vender metales, se codea con Cyrus (Pilou Asbæk), el jefe pandillero que es el villano de la película, y sus secuaces de los que no me acordaré mucho, pero están la jeva Sil (Sophia Tatum), el carajito con mala leche Reza (Moises Arias), y el alto Farshad (Jared Odrick). Y para hacer más evidente que es el villano, Cyrus le dice a Sam que él es fan de Nemesis. Así está el contraste entre ambos fans, uno quiere destruir la ciudad y reconstruirla a su imagen, y el otro quiere darle esperanza a la gente de que las cosas pueden estar mejor.
Entonces está el vecino de Sam, un tal Joe Smith (Sylvester Stallone), que trabaja recogiendo la basura y se dedica a reparar equipos electrónicos que nadie quiere. Tú sabes muy bien por dónde va la vaina, y no necesitas ningún tipo de explicación. De hecho, creo que el libreto podría haberse pulido un poco más para que Joe Smith pueda mantener su identidad secreta por más tiempo.
En fin, como ya dije, se siente como un borrador de Secret Headquarters, pero no estoy diciendo que lo sea. En ambas hay un carajito que es el fan #1 del superhéroe titular. En ambas hay un tipo propagando su teoría de conspiración sobre cómo encontrar/desenmascarar al superhéroe. Al final, el carajito aprende a valerse un poco más y está mejor que cuando empezó la película. Aunque aquí no hay dinero para nada porque la ciudad completa está en olla.
Ahora, a mí me parece que Samaritan es mucho más entretenida que Secret Headquarters. Si hay un superhéroe, pues que le enseñe algo útil al carajito, así la narración tiene los dos aspectos del carajito que no sabe de nada y el héroe retirado que tiene sus razones para no querer ser descubierto. Aún cuando Cyrus dice ser el nuevo Nemesis, Joe Smith no quiere involucrarse con ese lío porque su paz mental es mucho más importante. Después de todo, se está poniendo viejo.
Para concluir, no es que Samaritan sea una película buena, pero es que es suficientemente entretenida para pasar el rato. Aunque debo de admitir que parte del entretenimiento es acabarla porque el libreto no es tan bueno, la trama no tiene mucho sentido, y las escenas de acción dejan mucho qué desear. Y aún así la voy a recordar mejor que Secret Headquarters, que se nota que no me gustó.