Blood Red Sky (2021)
Cielo rojo sangre
Si a un problema de terroristas aéreos le agregas vampiros, pues entonces tienes dos problemas. Esto es lo que ofrece Blood Red Sky, película que por el concepto debería ser más corta de lo que es. Como es un peliculón de 2 horas, pues se siente que están alargando la trama más de lo necesario para prácticamente decir “una madre que lo da todo por su hijo”, algo parecido a A Quiet Place (2018).
La película empieza con un carajito llamado Elias (Carl Anton Koch) llevando unas maletas al aeropuerto en lo que su madre termina de prepararse. Este chamaquito conoce a un tal Farid (Kais Setti), porque si hay una película sobre terrorismo, hay que poner a algún árabe/musulmán/racialmente distinto para hacerlo ver como el no-terrorista. Y finalmente, conocemos a Nadja (Peri Baumeister), la madre de Elias que tiene ciertos problemas con sus células rojas y la luz solar le provoca alergia. Tú entendiste.
Los terroristas en cuestión pues, no tengo ni la más remota idea de lo que querían lograr, pero hay un mardito loco al que llaman Eightball (Alexander Scheer), y el hermano de Michael Scofield en Prison Break, un tal Berg (Dominic Purcell). Hay otros más, pero yo realmente no los recordaré porque, de nuevo, uno es un mardito loco y el otro apareció en Prison Break, y esos son los dos únicos grupos que puedo asociar.
En cuanto a la narración, o la forma en que han editado la película para contar la historia, se divide en el presente, que es cuando el avión aterriza en algún aeropuerto que no hice el intento de recordar, el secuestro del avión, que son los eventos del terrorismo aéreo, y el pasado, que nos cuentan la historia de Nadja y cómo llegó a hacerse alérgica a la luz solar mientras tenía que cuidar al bebé que era Elias. Entonces lo úncio que sabes es que el avión llega a un aeropuerto (no tiene que ser el destino final), quien aterrizó el avión fue Farid, y lo que está en el medio es lo que van a narrar en aproximadamente hora y media para ver cómo es que llegan de abordar avión con terroristas a civil aterrizando avión.
En general, no me la encontré tan mala, pero siento que le dan larga a los problemas que intentan resolver porque, después de todo, se trata de unos vampiros en un avión y no hay muchos lugares donde la gente se pueda esconder para estar a salvo de esta desgracia. Nadja me recuerda Nosferatu, y su razón para hacer lo que hace es proteger a Elias de los terroristas y de otros vampiros. Los detalles más sangrientos (y carniceros) del género de vampiros los esconden (por falta de presupuesto o para mantener una clasificación más aceptable) y no sé ahí. Por un lado, no me gusta ver nada excesivamente sangriento, y por el otro se ve menos real de lo que esperaba.
Para concluir, Blood Red Sky no es que sea mala, es que es más larga de lo que necesita ser y por tanto como que aburre. Si fuese un poco más corta y enfocada pues no tendría problema en decir que es entretenida, no necesariamente buena, pero si sirve para matar hora y media (no dos horas), pues sería un éxito.