The Mitchells vs. the Machines (2021)
La Familia Mitchell vs. Las Máquinas
Luego de ver el estilo de animación de Spider-Man: Into the Spider-Verse (2018), la pregunta que sigue es ¿cuándo puedo ver más de esto? Tanto de Spider-Man como de la animación, supongo. El caso es que The Mitchells vs. the Machines usa el mismo estilo de animación, más refinado por los años y la experiencia, de la misma forma creativa para narrar visualmente la historia.
Uno pensaría que después de tantos clavos con clasificación “PG”, pues no habría mucho que buscar especialmente porque se estrenó en Netflix. Pues ese no es el caso, y me alegra decir que The Mitchells vs. the Machines es una buena película animada con los toques únicos de Phil Lord y Christopher Miller. Vine por una sola cosa y me quedé porque me gustó todo el espectáculo.
The Mitchells, o los Mitchell, o la Familia Mitchell son el padre Rick (Danny McBride), la madre Linda (Maya Rudolph), la hija Katie (Abbi Jacobson), el hijo Aaron (Michael Rianda), y el perro bizco Monchi (Doug the Pug). ¿Doug the Pug? ¿Un perro real le dio la voz a un perro animado? Hay una primera vez para todo. Cada uno de estos miembros es especial o raro en su propia forma, Rick siempre tiene un destornillador y es amante de la naturaleza, Linda es maestra de primer grado y ornea bizcochitos, Katie se la pasa haciendo películas caseras con su perro, Aaron sólo habla de dinosaurios, y Monchi está bizco.
Sin embargo, la protagonista es Katie, con sus ganas de alejarse de su familia rara para ir a la universidad donde podrá estar con gente igual de rara que ella, y no tener más discusiones con su padre que no muestra apoyo por sus decisiones. Un típico conflicto familiar de “papá no apoya lo que quiero hacer” e “hija no entiende que no quiero que pase hambre si se va por ese camino”. Me recuerda a un poco a Spies in Disguise (2019) pero ahora con cuatro personajes no solamente uno, Rick se parece a Bob de The Incredibles (2004), Aaron habla como un viejo, y Monchi está bizco.
La película empieza en medio del apocalipsis robótico, para luego informarnos cómo empezo todo este meneo. El presidente o lo que fuere de alguna empresa tecnológica, Mark Bowman (Eric André), introduce a un robot que se convertirá en el asistente ideal, por encima de los asistentes de los celulares inteligentes, que en este caso llaman PAL (Olivia Colman), pero bien puede ser Siri o Google Assistant o Alexa. De hecho, una combinación de todo esto y más, mezclado con Facebook, Microsoft, y Amazon. En fin, una empresa que lo hace todo y lo vende todo. Entonces estos robots asistentes que no fueron programados con las 3 leyes de la robótica de Isaac Asimov se viran contra la humanidad y el resto es historia. Los Mitchell se encargarán de salvar a la humanidad de los robots.
También desde un principio estoy creyendo que se trata de I, Robot (2004) porque los robots no matan gente. Esto es hasta que introducen a los murderbots que se parecen a Black Manta y a partir de entonces la película se vuelve más exagerada de lo que es. ¿Por qué los robots estos tienen propulsores y armas de gravedad? No lo sé, pero si no lo tuvieran serían prácticamente los mismos robots de I, Robot.
Para concluir, The Mitchells vs the Machines tiene todo lo que yo espero de una película animada y es fácil de recomendar diciendo “si te gustó Spider-Man: Into the Spider-Verse y The LEGO Movie, entonces…” En otras palabras, tiene todo lo que carece The Larva Island Movie (2020).