Oxygène (2021)
Oxígeno
No sé de dónde es que saqué la idea de que Oxygène era más compleja de lo que aparentaba y efectivamente tenía razón. Lo único que se hubiesen ahorrado un montón de problemas y entonces no habría película si me hubiesen consultado para la mejor manera de llevar a cabo lo que querían hacer. La moraleja es no consultarme porque te voy a romper la ciencia ficción.
Un día cualquiera, que realmente no importa, una jeva se despierta en el saco de dormir más incómodo del mundo, dentro de un ataúd moderno porque el aire dejó de circular y el nivel de oxígeno empezó a descender. Obvio que de ahí el nombre Oxygène u Oxígeno. La jeva en cuestión la conoceremos como Omicrón 267 (Mélanie Laurent), y no recuerda quién es ni cómo llegó a ese ataúd moderno. Así que la película trata de cómo recuperará la memoria para así poder salir de esta cápsula. Y de paso la cápsula viene con un asistente operado por voz al que llaman MILO (voz de Mathieu Amalric), y esto es lo más extraño de todo, que la cápsula viene con un asistente.
Oxygène ofrece una experiencia claustrofóbica al transportarnos en el limitado espacio que tiene Shosanna para intentar escapar de su situación. A medida que pasa la película vamos aprendiendo más sobre su personaje y las decisiones que se tomaron para que de repente aparezca en el interior de este ataúd cibernético. Para agregarle más ansiedad a la trama, pues el nivel de oxígeno baja según su estado mental/emocional. Estoy seguro que a veces lo bajan más rápido de la cuenta y otras veces lo mantienen al mismo nivel para aumentar el nivel de desesperación.
Me encuentro extraño que la cápsula tenga un asistente operado por voz que permite hacer de todo un poco, desde administrar un sedante a hacer llamadas al exterior. Es como que el que la raptó y enterró bajo tierra le dio las herramientas para que puedan localizarla o algo parecido que no voy a mencionar. Ahora, lo que encuentro raro es que MILO a veces no da más información de lo necesario otras veces habla más de la cuenta. Si algo es importante, tienes que preguntarle todos los detalles a MILO porque éste solamente se bota hablando cuando algo carece de importancia, que es principalmente saber quién es Omicron 267, cómo salir de este aparato infernal, o qué especie de tortura la están haciendo vivir.
Si MILO dice “no puedo proceder con esta petición en este momento”, lo único que tienes que preguntarle es “¿por qué no puedes completarla en este momento? ¿qué te lo impide?” para que MILO te revele sus razones. Sin embargo, esto es algo que la jeva Omicron 267, o Elizabeth Hansen como descubrimos más adelante que se llama, nunca pregunta, extendiendo más su sufrimiento. Luego de que revelan todo lo que querían revelar, pues los misterios se vuelven fáciles de resolver y las decisiones vienen también más fácil pues MILO es una inteligencia artificial que hace de todo, excepto sugerir un plan de acción cuando más lo necesitas. Sólo al final se le antoja sugerir algo que Elizabeth necesitaba.
Para concluir, me encuentro que Oxygène es una película entretenida que satisface mi sed de ciencia ficción. ¿Se hubiese resuelto más rápido si le hubieran hecho ciertas preguntas a MILO? ¿Se hubiese resulto más rápido si quienes idearon esto conservaran más recursos? Sí a ambas, pero entonces no habría película y creo que ese no es el punto. Como en muchas situaciones, siempre es más fácil cargar con una semilla de naranja que con el árbol entero.