Mortal Kombat: Annihilation (1997)
Mortal Kombat 2: La aniquilación
Si hay una película que hace ver a Mortal Kombat (1995) como una obra maestra es Mortal Kombat: Annihilation, que no puede considerarse una película. ¿Qué demonios es esto? Si la del 1995 añejó como leche, pues Annihilation añejó como huevo. Y era un huevo podrido para empezar, así que ya empezamos mal. Lo único positivo que puedo mencionar es la banda sonora. Todo lo demás es tan malo que me empezó a doler la panza de tanto reírme.
Mortal Kombat: Annihilation salió el mismo año que Mortal Kombat 4, prácticamente tal como la película del 1995 salió en el mismo año que Mortal Kombat 3. Sin embargo, Annihilation tiene personajes que aparecieron originalmente en Mortal Kombat 3, y hasta hay un nombre que sale en Mortal Kombat 4, Shinnok. Y quizás escucharon los rumores a una secuela de MK3 y decidieron usar el nombre de Shinnok para amarrarlo más al universo o algo. No es que importe porque la trama no tiene sentido, las acciones de los personajes no tienen sentido, los diálogos no tienen sentido, y las peleas no tienen sentido.
Siguiendo los eventos de la anterior Mortal Kombat, Shao Kahn (Brian Thompson) se aparece con su grupo de perdedores entre los cuales se encuentran Motaro (Deron McBee), Sheeva (Marjean Holden), Rain (Tyrone C. Wiggins), Ermac (John Medlen), Sindel (Musetta Vander), y un ejército ninja. Su propósito es anunciar que el mundo se va a acabar y que van a fusionar Outworld con la Tierra, pero necesitan casi una semana para poder lograrlo. En lugar de hacerlo inmediatamente o intentar llevar a cabo el plan sin tener que anunciárselo al mundo.
Entonces Raiden (James Remar) y su grupo de perdedores entre los que están Liu Kang (Robin Shou), Kitana (Talisa Soto), Sonya Blade (Sandra Hess), Jax (Lynn ‘Red’ Williams), y Johny Cage (Chris Conrad). Lo primero que se nota es que solamente Robin Shou y Talisa Soto volvieron a interpretar sus roles de la película anterior, quizás porque no leyeron el libreto o no sabían lo que venía. Los demás pudieron poner una excusa de que estaban ocupados con otra vaina, mientras que Linden Ashby dijo que leyó el libreto y no le gustó por eso no volvería como Johnny Cage. Y quizás fue por eso que matan a Johnny Cage en los primeros minutos de la película o quizás eso fue lo que leyó Ashby y se echó para atrás antes de firmar el contrato. No lo sé, pero matar a uno de los protagonistas de la película anterior tan inceremoniosamente hace que la película sea mezquina. Eso mismo hicieron en X-Men: The Last Stand (2006) y Godzilla: King of the Monsters (2019).
No es que los personajes tengan mucha importancia porque al igual que hicieron con Johnny Cage, se deshacen de ciertos personajes en un abrir y cerrar de ojos, y otros simplemente aparecen para decir algo y no volver jamás. ¿Cuál es el punto de tener a tantos personajes? No lo sé, y le resta importancia a los que aparecen en la escena inicial que de por sí no hacen nada. Uno piensa que para eso tienen el ejército ninja, pero éstos tampoco hacen nada más allá de perseguir a los protagonistas para hacerlos huir a la próxima escena. Tienen a un grupo que no hace nada y para remediarlo en lugar de darles algo, introducen más personajes que harán algo y desaparecerán. Así tenemos a Sub-Zero (Keith Cooke) y Scorpion (J.J. Perry), y uno pensarían que tendrían más relevancia en la trama porque hasta tienen uniformes más parecidos a los de MK3, pero cuando se escena se acaba desaparecen. ¿Qué demonios?
Si lo que quieres es quejarte durante un poco más de hora y media de lo que es este desastre de película, pues esa es la única razón para ver Mortal Kombat: Annihilation. Yo no concibo que nadie que la haya visto la considere una “película”, mucho menos “buena”, o alguien que sienta orgullo de haber trabajado en ella. Luego de que los productores vieron el producto final dijeron “sí, esto es lo que vamos a lanzar a los cines” y el mundo hubiese sido un mejor lugar si aceptaban su pérdida monetaria y se olvidaban de su existencia.
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