Coming to America (1988)

Eran otros tiempos, cuando las películas de comedia no tenían que tener mucho sentido, sino más bien ser más una colección más o menos coherente de escenas que dan gracia. Esto es lo que puedo decir de Coming to America, una comedia muy ochentera, que resulta un poco extraña al verla en el 2021. Al menos ya me puedo hacer la idea de dónde Tyler Perry sacó la idea de tener varios roles para sus propias películas.

La película empieza con algo indescriptible. No en serio, ¿cómo es puede existir un príncipe tan privilegiado como Akeem (Eddie Murphy)? El caso es que la película empieza el día de su cumpleaños 21, día en el que se va a comprometer con alguna jeva del reino de Zamunda, porque es la tradición de la nación. La realeza de Zamunda es tan privilegiada que no tienen que limpiarse las nalgas después de cagar,  algún sirviente se encargará de hacer esta tarea. Akeem quiere desviarse un poco de la tradición y quiere hacer varias cosas que solamente un simple mortal haría, como atarse los cordones de los zapatos.

Contradiciendo los deseos de su padre, el Rey Jaffe Joffer (James Earl Jones), el príncipe se va a Nueva York a buscar a su futura esposa, alguna jeva que lo quiera por quien es, no por todos los cuartos que tenga, y que al mismo tiempo sea fuerte e independiente. En este viaje los acompaña su sirviente/amigo Semmi (Arsenio Hall), quien no se siente cómodo yendo al edificio más pobre que encuentren, buscando la habitación más pobre que encuentren, y buscando empleo limpiando un restaurante de comida rápida.

El restaurante en cuestión es McDowell’s, que definitivamente no es una copia de McDonald’s, según nos asegura su dueño Cleo McDowell (John Amos). La jeva en la que está interesado Akeem es Lisa McDowell (Shari Headley), hija del dueño, y quien está saliendo con un tal Darryl Jenks (Eriq La Salle), el heredero de un imperio de productos de cabello. De alguna manera Akeem quiere caer en gracia con Lisa. Y prácticamente esa es la trama completa de la película.

Del título Coming to America, es porque Akeem se pasa casi todo el tiempo de la película en los EE.UU., lo cual es importante recordar porque se les olvidó en la secuela. Akeem se maneja un tanto diferente de cuando está en Zamunda, sonríe enseñando muchos dientes, y es como que nada le importara porque no es que los criminales se vayan a meter con él, y si lo hacen no saben lo que les espera. Es como si se hiciera el ingenuo para pasar desapercibido.

Ahora, la trama es como los segundo más importante de la película, pues lo más importante es que Eddie Murphy y Arsenio Hall interpretan a personajes diferentes dentro de la misma película, como unos viejitos que están en una barbería, o un reverendo de mala clase, o un cantante muy malo parecido a Prince. Cuando estos personajes aparecen, es como si la película no tuviera ninguna buena razón para su participación, pero las escenas me parecen inesperadas y por eso me reí. Lo inesperado es lo que hace que sea una película boba y graciosa. Algunos de los chistes no son del tipo que alguien dice en voz alta, sino del que tienes que ver lo que hacen para encontrar la gracia. Uno de los más memorables es cuando tres familiares de Darryl están sentados en un sofá y se ponen de pie.

Para concluir, Coming to America es una comedia de cuando las películas eran simples y graciosas. Mientras que me cuesta recordar el diálogo de los personajes o lo que sea que dijeron, de lo que sí me voy a acordar es de ciertos personajes que interpretaron Eddie Murphy y Arsenio Hall. Y vuelvo y repito, no será nada de lo que dijeron.