Spider-Man: Into the Spider-Verse (2018)
Spider-Man: Un Nuevo Universo
Si hay una razón específica para ver Spider-Man: Into the Spider-Verse, es la animación, pues los muñecos estos se ven y se mueven diferentes a lo que estamos acostumbrados a ver de Pixar/Disney, Illumination, y DreamWorks Animation. Finalmente hay algo nuevo en la mesa, y adicionalmente hay una historia relacionada al multiverso de Marvel, pero específicamente enfocada en Spider-Man o el Hombre Araña.
Miles Morales (Shameik Moore) es un jovenzuelo con potencial que tiene la oportunidad de estudiar en una escuela cara gracias a que fue seleccionado para una beca. Muchacho al fin y al cabo, no se siente cómodo cambiando de escuela cuando la nueva queda lejos de donde vive. Su padre, Jefferson Davis (Brian Tyree Henry), es un policía que considera que Spider-Man es una amenaza porque hace lo que le da la gana independientemente de lo que diga la ley (como Batman, ¿verdad?). El detalle a recordar acá es que en este universo la policía de Nueva York tiene las siglas de PDNY, lo cual es diferente al “universo tradicional”, por lo que ya entiendes que podrán hacer y deshacer como les plazca así como el universo Ultimate.
Wilson “Kingpin” Fisk (Liev Schreiber) tiene un plan malévolo parecido al plan de Honerva en la temporada 8 de Voltron (2018), y esto hace que varios individuos con poderes arácnidos vengan al universo de Miles Morales. Ellos son: Peter B. Parker (Jake Johnson), un Spider-Man de diez año en el futuro; Spider-Gwen (Hailee Steinfeld), Gwen Stacy con los poderes arácnidos; Peni Parker (Kimiko Glenn), que tiene un robot araña; Spider-Man Noir (Nicolas Cage), que viene de un universo en blanco y negro; Peter Porker (John Mulaney), una araña que fue mordida por una cerda radiactiva. De éstos me encuentro a Noir y a Spider-Ham los más graciosos, pero su participación es limitada.
En el rollo de intentar detener los planes de Kingpin, Miles tendrá que aprender a usar sus poderes y a balancear su identidad de superhéroe con la vida de estudiante, y para ello no contará con la ayuda de ninguno de sus amigos arácnidos, exceptuando un poco de Peter B. Parker.
Spider-Man: Into the Spider-Verse me recuerda a las películas de Sam Raimi del 2002 y 2004, y sobre todo a la serie animada del 1994. Me hubiese gustado que la película fuera más larga, que pudiéramos ver más de Noir y Ham, que Miles hubiese tenido más tiempo para aprender a usar sus habilidades. Sin embargo, quizás esto no hubiese sido tan divertido, así que ni modo.
Para concluir, creo que Spider-Man: Into the Spider-Verse es de las mejores películas animadas del año, con un estilo de animación único, y con suficiente gente araña para uno tener favoritos. Hay una escena pos créditos con Miguel O’Hara / Spider-Man 2099, y es de las mejores escenas pos créditos que he visto en la historia de escenas pos créditos.