Star Wars: The Last Jedi (2017)
Star Wars: Los últimos Jedi

Si hay alguna evidencia de que a Disney no le importa (casi) nada de lo que ya existe en el universo de Star Wars después de Return of the Jedi (1983) a fin de vender una nueva historia, es Star Wars: The Force Awakens (2015). No es ninguna sorpresa que en The Last Jedi quieran seguir con esta nueva historia, guste a quien le guste. Mi principal problema es que es aburrida, no que fuercen algunas cosas que nadie se hubiera imaginado.
Después de los eventos de TFA, por alguna razón que no entiendo, ahora lo que queda de la Resistencia está huyendo del planeta que usaban como base porque The First Order va precisamente a eliminarlos de una vez por todas. Yo creía que destruir a la Death Star 3 había causado un impacto más significativo, pero por lo visto estaba equivocado. En fin, la película empieza precisamente con una batalla espacial en la que Poe Dameron (Oscar Isaac) hace par de chistes infantiles y luego algo un poco más irresponsable mientras los sobrevivientes recogen sus pertenencias para huir. Yo no sé cómo funciona el espacio en este universo, pero selectivamente deciden cuándo la falta de presión hala a la gente hacia afuera de las naves.
The First Order realmente está inspirada en eliminar a los rebeldes, y hasta la nave de Gollum Snoke (Andy Serkis) se une a la persecusión. Yo creía que Snoke era más grande, pero resulta ser que a él le gusta los hologramas que lo hacen ver más imponente (e importante para la trama). Luego de par de eventos que no voy a comentar, la película para mí se vuelve aburrida. No hay nada que buscar aquí, por lo que tenemos que recurrir a ver qué es lo que está haciendo Rey (Daisy Riley), y otra subtrama que carece de importancia y podía evitarse completamente.
La subtrama de Rey y Luke Skywalker (Mark Hamill) es más interesante. ¿Qué hará Luke con el lightsaber que le entrega Rey al final de TFA? Bueno, eso lo responden en menos de un segundo, pero este Luke es muy diferente a lo que uno esperaría después de RotJ. Luke está en un estado deprimente y cree que esta galaxia ya no necesita de los Jedi, uno de los cultos que de cierta manera se disputa por el dominio sobre The Force / La Fuerza. Si tienes un problema con este Luke Skywalker, pues supéralo. En esta versión, Luke falló como maestro, falló entrenando a una nueva generación de Jedi, le falló a sus enseñanzas cuando se apareció de noche en “ese otro evento”, le falló a Ben Solo quien se convertiera en Kylo Ren, le falló a Leia y a Han, y le falló al apellido Skywalker y a la leyenda que traía consigo. Y es por esto que no es el mismo optimista de la trilogía original que creía en traer a la luz a alguien que se había ido al lado oscuro. Esto no es tan difícil de entender, pero ahora tiene que enseñarle un chin a Rey sobre las costumbres Jedi.
Mientras tanto, Kylo Ren (Adam Driver) sigue teniendo su conflicto interno sobre su lugar en el universo bajo las órdenes de Snoke. Quizás matar a la gente que se preocupa por él no sea tan buena idea después de todo. Independientemente de eso, el general Hux (Domhnall Gleeson) y Kylo Ren parecen ser rivales buscando ser el favorito de Snoke, pero se sobreentiende que Ben Solo salió malcriado. La capitán Phasma (Gwendoline Christie) hace su aparición en esta película, y hace lo mismo en que en TFA: nada importante.
La vice almirante Holdo (Laura Dern) tiene un papel importante en la supervivencia de la Resistencia, sólo que su plan maestro no lo comparte con el vaquero Poe. “¿CUÁL ES EL PLAN MUJEL DER DIABLO?”, pregunta Poe Dameron, pero al no recibir ninguna respuesta, tiene que llevar a cabo un plan alterno. Lástima que Poe admiraba a Holdo antes de conocerla. Habitualmente yo no critico las decisiones de los personajes en una película porque yo no estoy en sus pantalones en ese momento, pero como que Holdo debió haber compartido su plan maestro con uno de los líderes de escuadrón. Así se habrían evitado el plan alterno que involucra a Finn (John Boyega) y a Rose (Kelly Marie Tran) en una subtrama cuya irrelevancia no se puede subestimar.
Cuando se trata de la batalla espacial, la batalla en un planeta blanco que no es Hoth, y las peleas con los lightsabers, The Last Jedi entrega varios minutos gloriosos que estábamos esperando. En comparación con TFA, esta vez se siente la banda sonora de John Williams. Finalmente, Domhall Gleeson, Adam Driver, John Boyega, y Daisy Riley demuestran que fueron buenas opciones desde TFA, pero Mark Hamill es quien se lleva todo mi aprecio al mostrar a este Luke Skywalker agrio y tan diferente de lo que estábamos acostumbrados.
Para concluir, estoy dividido con Star Wars: The Last Jedi, a cosas que me gustan y hay cosas que me desagradan, pero al final me inclino más por los aspectos positivos que lo negativos. Los personajes evolucionan en esta película para entrar de lleno a las secuelas con nuevos personajes olvidando a los viejos, pero al mismo tiempo, si ignoramos esto, la película termina de la misma manera que comenzó pero con más personajes muertos: los rebeldes siguen huyendo de The First Order