Kong: Skull Island (2017)
Kong: La Isla Calavera
Si tienes un libreto que no trata de absolutamente nada interesante y te dan una funda de dinero para que hagas una película de un gorila gigante, ¿qué harías? Contratas a Robertico para que dirija y que Fausto Mata se ponga un traje de gorila, por supuesto. Sólo que Mata no es tan alto. Pues algo similar pasó en Kong: Skull Island, sólo que los gringos tienen el dinero para gastarlo en estilo, no en sustancia, por lo que no hay nada que buscar aquí.
Honestamente, no puedo hablar de los personajes de esta película porque son pedazos de cartón con nombres de actores famosos, así que estaba esperando que los mataran a todos para que nadie más hable de la existencia de la isla donde Kong es el rey. Bill Randa (John Goodman) y Houston Books (Corey Hawkins) son unos criptozoólogos que quieren ir a una isla que nadie nunca ha ido pero que llaman “Skull Island”, y como no pueden hacerlo solos contratan a un explorador, James Conrad (Tom Hiddleston), a una fotógrafa, Mason Weaver (Brie Larson), y son escoltados por los militares liderados por Preston Packard (Samuel L. Jackson).
El caso es que llegan a la isla con muy poca dificultad, a pesar de que parecía que iban a cruzar por un huracán categoría 5, y como empezaron a hacer alboroto son recibidos calurosamente por el rey de la isla, Caesar (Andy Serkis) Kong (Toby Kebbell). Así la expedición es dividida en dos grupos disparejos, uno tiene más militares y otro tiene más civiles, uno está buscando la forma de matar al gorila y otro quiere escapar de la isla. Y en esta isla todo mata, incluyendo las hormigas gigantes que nunca presentan. En otras palabras, es como Australia, pero con John C. Reilly.
Digo que Kong: Skull Island tiene estilo porque se ve grandiosa pintando a los militares y a todo lo relacionado con la guerra de Vietnam. En ocasiones pensaba que estaba viendo Platoon (1986) o Apocalypse Now (1979), pero con más colores y uso de la cámara lenta para resaltar algunos pedacitos. No sé lo que su director, Jordan Vogt-Roberts, estaba intentando hacer, pero sea lo que sea se ve bien. Cuando Kong está haciendo de las suyas, es algo asombroso y digno de admirar. Yo lo que no entiendo es cómo es que hay lagartijas de dos patas. La biología no me ayuda.
Luego está el resto de la película en la que te puedes dormir sin perderte nada importante. Algunos personajes tienen problemas mentales, ya que fueron a la isla buscando su tumba. A los demás los pueden matar y no perdemos nada de importancia. Hay una tribu de gente muda que se ven muy avanzados para no tener contacto con la civilización. No te preocupes, tampoco hacen nada. Finalmente está la edición, donde se nota que se trata de segmentos pegados apresuradamente. Por ejemplo, a veces los personajes cambian de sitio de un segundo a otro y tu mente sabe que algo está fuera de lugar.
Para concluir, no me gustó Kong: Skull Island y no sé si el director quería hacer una película de guerra o una comedia de guerra con un gorila gigante. Como las noticias dicen que eventualmente lanzarán una King Kong vs Godzilla, entonces vamos a tirar una pequeña comparación. Godzilla (2014) tiene mejores personajes (no es que sean buenos), pero Skull Island tiene más Kong y más peleas con monstruos, que es lo que estamos buscando.