Snowden (2016)
El principal problema de Snowden es que ya existe un documental llamado Citizenfour (2014) que trata de cómo Edward Snowden hizo pública la información de que la NSA estaba espiando a medio planeta. Sin embargo, tienes que olvidarte de ese documental si quieres ver Snowden, porque de lo contrario te la pasarás haciendo comparaciones. Tomando esto en cuento, creo que es una película ordinaria que quizás hubiera quedado mejor si no se tratara de Edward Snowden, sino de un personaje ficticio como Jason Bourne.
En comparación con el documental, Snowden ofrece un poco más sobre la vida del Sr. Edward, menos sobre los programas de espionaje y los documentos, y 100% más de Shailene Woodley. La película empieza con el primer encuentro de Laura Poitras (Melissa Leo) y Glenn Greenwald (Zachary Quinto) con el misterioso Edward Snowden (Joseph Gordon-Levitt) en el hotel Mira en Hong Kong. A partir de entonces cuando tengamos que saber más de Edward, tenemos que viajar al pasado, mientras que los eventos del presente (en la entrevista del año 2013) dictarán el futuro del ex-contratista de la NSA.
Yo no sé cuán verídica sea la pseudo-biografía de Edward Snowden que presentan en esta película, pero Oliver Stone intenta presentar algo extraordinario de un hombre común y corriente que tuvo suerte en su carrera. Por lo visto Snowden es un perdedor que estaba intentando entrar a las Fuerzas Especiales, pero como físicamente no daba la talla, decidió que para poder servir a su país tenía que hacerlo desde un escritorio, por lo que solicita empleo en la CIA. Así es como un tal Corbyn O’Brian (Rhys Ifans) se convierte en una especie de jefe/profesor y Hank Forrester (Nicolas Cage) en su mentor de alta tecnología, mientras que empieza a salir con Lindsay Mills (Shailene Woodley).
Desde el principio de esta historia nos hacen ver que Snowden le tendrá fobia a las cámaras, especialmente cuando se entera de ciertos programas que usan los organismos de inteligencia en nombre de la “seguridad nacional”. Esto convierte en paranóico a cualquiera. Entiendo que quieran picar cualquier explicación técnica con la finalidad de hacerla más fácil de digerir pero honestamente creo que esto puede darle ideas equivocadas a la gente, a pesar de que la realidad es más espeluznante. ¡Usan Windows Vista!
Entonces aunque no sepamos nada de Lindsay Mills, nos dan par de escenas aquí y allí para intentar humanizar (¡más!) a Edward Snowden, y a mí como que no me importa. El escándalo es mucho más que el estrellato de Shailene Woodley. De nuevo, no sé cuánto habrán embellecido u omitido ciertos detalles, pero no es una película en la uno deba confiar en su precisión histórica (porque no se trata de eso). Los momentos que tiene para crear suspenso tampoco funcionan conmigo. Siento que estoy muerto por dentro.
Snowden como película se ve muy bien por las cámaras que usaron para su filmación. A pesar de que hay muy pocas escenas con efectos visuales para explicar vainas, es una representación visual que me gusta ver porque es una interpretación sobre este complicado mundo de la informática. No hay dudas que Joseph Gordon-Levitt es un buen actor, lo que no me cuadra es que en todo momento está imitando la voz de Edward Snowden (así como en The Walk (2015) estaba imitando a un francés). Shailene Woodley, bueno, el problema no es la actriz, es el papel que lo veo más como si la estuvieran forzando para externalizar el conflicto que tiene Snowden con su trabajo.
Para concluir, me parece que Snowden es una película ordinaria sobre un hombre ordinario que intenta ser una película extraordinaria sobre la vida extraordinaria de un hombre ordinario. Yo no la volvería a ver, pero es necesaria para que más personas puedan hablar de privacidad.