Independence Day: Resurgence (2016)
Día de la Independencia: Contraataque
Hablando de secuelas que nadie pidió tenemos a Independence Day: Resurgence porque si los extraterrestres son suficientemente estúpidos para venir a morir al planeta Tierra, pues tienen que intentarlo de nuevo 20 años después. Al igual que la original Independence Day (1996), esta entraga es estúpida y cursi, y que es entretenida siempre y cuando desconectes tu cerebro, pero ahora tiene el agregado de que los personajes me importan aún menos, no hay un sentido de urgencia, y los extraterrestres no parece que sean una gran amenaza.
Independence Day: Resurgence trata arduamente copiar la idea general de la original y algunas veces la funciona bien y es divertida, y otras veces se notaba que era una copia mal hecha. Una de las vainas mal hechas es intentar copiar la cantidad de personajes que tiene la anterior, porque si antes me importaban poco, ahora me importan menos. Está el Capitán Dylan Miller (Jessie T. Usher) que es el hijastro del personaje de Will Smith de la anterior, pero que tiene su apellido y cuya madre Jasmine (Vivica A. Fox) ya no es una stripper; el ex presidente Thomas J. Whitmore (Bill Pullman), que está senil y su hija Patricia (Maika Monroe) que ahora es parte del gabinete de la presidenta de los Estados Unidos; Liam Hemsworth haciendo el mismo papel de siempre, y Rain Lao (Angelababy) como la excusa para vender la película en el mercado chino; David (Jeff Goldblum) a quien no le hacen caso a pesar de haber tenido la razón hace 20 años, su padre el judío estereotípico Julius (Judd Hirsch), la psicóloga Catherine (Charlotte Gainsbourg) que ha encontrado para no volver a mencionar a su ex esposa, y el jefe de la fuerza armada revolucionara africana Dikembe (Deobia Oparei); el Dr. Okun (Brent Spiner) no murió en la película anterior y ahora lo tenemos a él para dar explicaciones. El peor de todos es un tal Floyd (Nicolas Wright), un personaje completamente innecesario y que supuestamente está para dar risa.
Con tantos personajes nuevos y de la película anterior en el mismo lugar, la pregunta más obvia es ¿cuántos de estos van a matar en esta película? Después de todo, estamos en una película de Roland Emmerich y algo que lo caracteriza son los clichés, que si no existen, se los inventa. Algunos de estos personajes merecían más tiempo antes de que los mataran y hasta hubiera sido mejor que en algunos casos se hubieran llevado a los jóvenes. Hay un personaje cuya muerte debía ser una vaina épica capaz de redimir cualquier factor negativo de la película, pero termina siendo algo muy decepcionante. Tampoco tenemos un discurso para unir al planeta y levantarle el ánimo a las tropas contra los extraterrestres, y los dos intentos de inspirar a la gente se quedan cortos.
Bueno, pues mientras los extraterrestres perdían el tiempo cocinándose en 1996, lograron mandar el discurso del presidente Whitmore a algún lado del universo donde está siendo recibido por una nave extraterrestre aún más grande que la que estaba cerca de la Luna. Y pensar que un discurso del presidente Ronald Reagan todavía no ha llegado a ese rincón del universo. Así que la nave decide dejar lo que queda de planeta a Galactus para ir a averiguar qué diantres le pasó a la expedición anterior. En lo que llega la señal o en lo que llega esta nave a la Tierra o entre ambas cosas transcurren 20 años.
El planeta es un lugar pacífico, las naciones del mundo están más unidas, el 9/11 nunca pasó, y la tecnología alienígena ha impulsado grandes avances en la tecnología humana. Ahora hay armas láser que son más letales y los atracadores en Dominicana tienen que estar dándose vida porque no dejan rastros de balística. ¿En qué iba? Ah, ahora hay aviones que van a la Luna y vuelven en cuestión de minutos, y hasta una base lunar con vacas lecheras. En serio, ¿de dónde es que sacan la leche lunar? Ya no quiero saberlo.
Para intentar arreglar el hecho de que no sabíamos absolutamente nada de los extraterrestres de pacotilla, ahora tenemos que aquellos que han sido tocados telepáticamente por éstos tienen visiones, sueños raros, y se la pasan dibujando garabatos, como el ex presidente Whitman que definitivamente no padece de Alzheimer. De hecho, esto es bueno porque expande el universo en que se desarolla Independence Day. Empero, nadie sabe decirme si lo que están soñando es lo mismo que sueñan los extraterrestres o estas visiones/sueños son las pesadillas de los extraterrestres de que algún día llegará GlaDOS para acabar con ellos. Lo menos impresionante es que la representan como un símbolo de encendido/apagado.
La película es un festival de efectos visuales bien trabajados (a los cuales los lentes 3D no aportan absolutamente nada), pero no se siente la grandeza de los villanos porque simplemente se aparecen y empiezan a destruir vainas y aterrizan su gigantesca nave en la Tierra. Yo sólo sé que la vaina es más grande que la Luna y que debido a eso su gravedad es mayor, pero no sé más nada comparada con la Tierra. Algunas personas empezarán a decir que debido al tamaño podría ser capaz de sacar a la Luna de su órbita y provocar una serie de maremotos mucho antes aterrizar. A esta gente le recuerdo que están viendo una película del director de 2012 (2009), ¿qué es lo que esperabas? El problema real es que comparado con la película anterior, uno debe preguntarse si los extraterrestes podían hacer todo esto desde el principio, porque si la respuesta es afirmativa, entonces confirma que los de la primera son estúpidos. Llega y empieza a cavar en lugar de estar perdiendo el tiempo destruyendo ciudades.
Como ya se ha alargado mucho y tengo que buscar otra actividad para disipar mi odio, me veo en obligación de concluir. Indepedence Day: Resurgence es una película divertida con muchos efectos visuales generados a computadora, demasiados personajes como para que importe alguno de ellos, y se queda corta en la entrega de escenas memorables. Yo no entiendo el porqué los extraterrestres capturados en Área 51 tienen sus armaduras con tentáculos, y ya se me acabaron los usos de la frase “película estúpida y cursi”.