Nightcrawler (2014)

Nightcrawler es una de esas películas perturbadoras que son difíciles de digerir porque su protagonista es un sociópata. En los primeros 10 minutos ya podemos hacernos la idea de quién es este enfermo mental llamado Lou Bloom (Jake Gyllenhaal) y, como esto no es suficiente, nos dan casi 110 minutos más para intentar entenderlo mejor. La pregunta es si Lou Bloom es resultado de los noticieros televisivos amarillistas o somos un conjunto de mentes perversas que requiere de la existencia de hombres como él.

Uno podría argumentar que hay un comentario social en esta película, y que hay varias interpretaciones. Yo voy a elegir quizás la más obvia de todas, que vivimos en una sociedad morbosa y que por curiosidad o el morbo nos interesa ver sucesos violentos en los medios de comunicación como forma de entretenimiento. ¿Qué? ¿Que no estás de acuerdo conmigo y vas a refutar mi planteamiento? Oh, claro, ve y hazlo, pero citemos un ejemplo. ¿Te acuerdas de aquel evento en que un imbécil le prendió fuego al Metro de Santo Domingo a principios de Noviembre del 2014? Bueno, pues si recuerdas los sucesos, posiblemente también viste uno de los videos de las cámaras de seguridad en la que se ve a un individuo encender una mochila en llamas. ¿Qué te llevó a ver dicho video, la curiosidad o el morbo? Realmente no importa. Lo que quiero resaltar aquí es que lo que se vende, lo que genera visitas, lo que inicia discusiones acaloradas es ese sensacionalismo y esa sed de escenas gráficas. Podría también mencionar cada uno de los casos en que hay un tiroteo en alguna escuela o secundaria o universidad de Estados Unidos, pero eso tomaría mucho tiempo.

Ahora, ¿de quién es el trabajo de “informar” a las masas de estos eventos? ¿Quién decide cuáles escenas mostrarle al público? ¿El público desea ver imágenes explícitas de violencia? Posiblemente tengas mejores respuestas a estas preguntas que yo, pero ese es el trabajo que Lou Bloom (Jake Gyllenhaal) decidió hacer. Desde el primer instante que lo vemos en Nightcrawler sabemos que no es una persona sana, y que se dedica a robar objetos brillantes y a vender tapas de alcantarillas a cambio de unos cuantos centavos. No sé cómo describir lo asombroso que es el trabajo de caracterización de Jake Gyllenhaal, lo cual incluye perder peso y mantener los ojos bien abiertos como un maniático. Mientras está en escena es imposible no ver esos hipnóticos ojos que planean matarte mientras duermes.

Bien, pues luego de presenciar cómo un dúo de camarógrafos independientes se aparece para filmar un accidente de tránsito, Lou se inclina a cambiar de carrera de un ladrón cualquiera a camarógrafo de mala muerte. Y cuando digo “mala muerte” se puede interpretar literalmente porque empieza a filmar a gente muriendo o muerta. ¿Por qué? Porque según Joe Loder (Bill Paxton), uno de los camarógrafos del dúo anterior, a pesar de que es un trabajo mal pagado, puede conseguir USD$300 por una noche de trabajo. Eso es justo lo que necesita una mente enferma, un trabajo enfermizo que carece de humanidad y que paga bien por unos cuantos segundos de violencia.

Por supuesto, para que este negocio tenga frutos, Lou necesita de alguien le compre sus videos. Este es el trabajo de la directora de noticias de un canal local que trabaja horas vampirescas, Nina (Rene Russo). Ella es capaz de ver el potencial de Lou como un camarógrafo independiente capaz de conseguir lo que los otros no pueden. ¿Qué clase de mujer quiere mostrar resultados de violencia en televisión? No lo sé, pero Nina no parece ser una mujer sana a pesar de que algunos digan lo contrario.

Así lo que tenemos es una película con un protagonista que es capaz de revoltearle el estómago a cualquiera, no sólo por carecer de empatía con las víctimas, sino también por la forma en que manipula a todos los que le rodean para conseguir lo que quiere. Después de todo, se trata de un hombre trabajador que aspira a grande y que entiende que trabajando duro puede alcanzar sus metas. Dudo que el Sueño Americano haya incluido una cláusula para sociópatas, pero esta es la película y hasta hay momentos para reírse de cuán retorcido puede llegar a ser este Lou Bloom.

“Si quieres ganar la lotería, tienes que ganar el dinero para comprar el boleto”
–Lou Bloom

P.D.: No he visto el video del individuo incendiando el Metro, ni lo deseo ver.