Reviews con sabor a pollo

The Quiet Ones (2014)

Silencio del más allá

The Quiet Ones (2014)
Publicado en Review por - May 30, 2014
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The Quiet Ones” es de esas películas que por el tráiler y por el póster pintan muy interesantes, pero a la hora de la proyección resultan en un bodrio sobrenatural. Lo interesante de esta película es que está basada en hechos reales, pero claro, la maquinaria extremista de Hollywood con la buena intención de hacerla lo suficientemente comercial y apetecible, le han atiborrado con ficción enlatada de la más rancia y genérica posible.
La película nos traslada a la atmósfera disco de 1974 al campus de la universidad de Oxford en Inglaterra. Allí un grupo de estudiantes de lo más groovie escucha al pedante y egocéntrico profesor Joseph Coupland (Jared Harris). Coupland les muestra un video de un niño dibujando lo que él percibía como una entidad paranormal, al final del video el profesor Coupland le dice a sus estudiantes que tales eventos sobrenaturales no son más que la manifestación del subconsciente de una mente enferma y traumatizada; las experiencias negativas generan dichos sucesos. Unos de los alumnos de la clase, Brian McNeil (Sam Claflin), se interesa en el postulado del profesor y en su experimento para demostrarlo. Brian es contratado por Coupland como camarógrafo oficial del trabajo empírico. Brian es llevado al lugar del experimento junto a otros dos estudiantes de Coupland; sus asistentes Krissi (Erin Richards) y Harry (Rory Fleck-Byrne).

Para probar su teoría estudian a una misteriosa joven diagnosticada de esquizofrenia llamada Jane (Olivia Cooke), inmediatamente la conoce, Brian siente cierta atracción por la perturbada Jane. Jane dice ver y sentir una entidad llamada Evey que a través de los meses se ha ido manifestando. El objetivo del experimento es registrar la manifestación de la energía negativa de Jane, transferir o sacar dicha energía atrapándola y salvar o curar a la joven Jane.

Como les decía la película se basa en un experimento real llevado a cabo en Toronto, Ontario, Canadá. El experimento Phillip (nombre del experimento real) consistía en resolver una pregunta: ¿se puede crear un fantasma? La película se desvía por completo del experimento real, pues “el fantasma”, Evey, ya está desde los inicios. ¿Qué quiero decir? Si la película está basada en dicho experimento debieron mostrar cómo se iba “creando” dicha entidad. En cambio se empeñan en centrarse en el insufrible personaje ficticio de la mema Jane, la ridícula e innecesaria atracción entre ella y el memo Brian, que tarde o temprano todos sabemos que chocarán con los intereses del ego titánico y poco ortodoxo dizque científico Coupland… y el experimento y los demás personajes (malísimos por cierto), bien, a segundo plano.

No se sorprendan si por momentos les da la impresión de estar viendo una secuela de “El Conjuro (2013)” de James Wan; la ambientación, la atmósfera, la casa siniestra y destartalada, ver cómo el terror en esta película va en escala de menor a mayor, ¡ah sí! , con la salvedad de que en esta ocasión para serles sincera no llegó a asustar en lo más mínimo. El rejuego de thriller psicológico con el poltergeist real les ha quedado fatal, porque en ningún momento dan la duda al espectador de si las benditas manifestaciones son producto de la imaginación de Jane o si lo que experimentan los demás es una simple sugestión; no, está más que claro que la tal Evey no es nada bueno y no es nada imaginario.

Entonces, lo que pudo ser una manera super interesante de hacer un thirller de terror psicológico, mostrando cómo el subconsciente de una colectividad o un grupo podría “explicar” o “crear” supuestos fenómenos paranormales, terminó siendo una más de Hollywood al estilo de “Carrie” versión inglesa, aburrida, predecible y sin entusiasmo. “The Quiet Ones” es de esas películas que cuando terminas de verlas tienes que sentir compasión por ti mismo y por tu tiempo, y terminas diciendote a ti mismo: “no es tan mala… pero tampoco es tan buena”.

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