The Patience Stone (2012)

The Patience Stone  es la historia de una mujer cuyo esposo queda en estado vegetativo por tiempo indefinido. No más nada que buscar. Quien se le ocurrió traducir el título a “La piedra paciente” merece que lo fusilen a pedradas por no entender el concepto de la película, y por tal razón he usado la traducción usada en España de “La piedra de la paciencia”. Esta es otra de esas películas minimalistas en la que un solo personaje tiene que guiarnos de principio a fin, y por casualidad, tampoco sabremos el nombre  de dicho personaje.

Realmente no tengo mucho que decir con relación a la trama porque se trata de una mujer que la pasa en un monólogo por más de hora y media con su esposo. Nunca sabremos el nombre de esta mujer, ni la de ninguno de los personajes de esta película, pero Golshifteh Farahani es excelente encarnando la desesperación y frustraciones de una pseudo-viuda en algún país del Medio Oriente donde las guerras siguen en sus buenas. Así, sin ningún tipo de información que entorpezca nuestra relación con la protagonista y su historia, vemos cómo usa a su esposo como peluche terapéutico y de ahí el título.

¿Te conté de aquella vez que cambié tus pastillas por laxantes?

El filme se desarrolla un poco lento, pero aún así me pareció cautivador porque no conocemos absolutamente nada, y Farahani nos va dando detalles de su vida y su matrimonio a ritmo de gotero. Lo que sabemos del esposo es que fue un guerrillero, un héroe de la causa, y un terrible esposo porque trataba a su mujer como si fuera una costilla. Un pleito cualquiera lo dejó con una bala en el cuello, en un estado que Gustavo Cerati no tiene nada que envidiarle. Esta es la única forma en que el esposo, como si fuera una piedra, escuchará (atentamente o no) todo lo que la protagonista tenga que contarle. Algunos estarán pensando en que debería de abandonarle o darle el regalo de la eutanasia, pero entonces, ¿cuál sería el punto?

Algo que me gustó de la ambientación de ese país sin nombre en el Medio Oriente, es que de buenas a primeras empieza un tiroteo o estalla una bomba o un misil. Los pobres infelices salen huyendo a cualquier indicio de batalla, mientras que los guerrilleros salen a la luz con sus ametralladoras y sus tanques. No sabemos contra quién están luchando ni sus ideales, y aunque se puedan suponer muchas cosas, ese no es el punto de la película. Para librarse de un guerrillero, el personaje de Farahani le dice “que vende su cuerpo para el placer de los hombres”, y por lo visto eso la hace intocable porque nadie quiere violar a una prostituta, mientras que violar a una virgen es muestra de virilidad. Creo que esto es lo más retorcido de la película, sin menospreciar los otros detalles que no voy a revelar.

Para concluir, no puedo decir que The Patience Stone  sea una película para todo el mundo por la forma en que se desarrolla, aunque la historia de la protagonista me parece interesante y cruel. Este filme nos enseña que independientemente de las religiones, existen prostitutas y gigolós en todas ellas, por lo que podríamos usar eso como pretexto para terminar todas las guerras y unificar a la humanidad.

Y ahora los declaro cuchillo y mujer.