Oculus (2014)
“Oculus” a pesar de contar con una original premisa, dudo que pueda ser catalogada por muchos como buena. La película puede resultar lenta, con diálogos tediosos o que simplemente no vienen al caso, actuaciones no tan memorables y un apresurado y pendejo desenlace.
La trama de “Oculus” se va desarrollando en dos tiempos de la vida de los hermanos Tim (Brenton Thwaites) y Kaylie Russell (Karen Gillian): hace once años y en la actualidad. Once años atrás Alan Russell (Rory Cochrane), su esposa Marie (Katee Sackhoff) se mudan a una nueva casa con sus hijos Tim y Kaylie, todo pinta bien para la familia Russell hasta que adquieren un antiguo espejo para decorar la oficina. A partir de entonces los padres de Tim y Kaylie comienzan a tener fuertes alucinaciones, Alan se distancia de la familia y Marie comienza a creer que su esposo le es infiel. El espejo no sólo hace que sus víctimas alucinen, también marchita las plantas y hace que las personas olviden comer y tomar agua, además de que puede auto protegerse de ser roto; un espejo diabólico sin duda.
Una noche Marie es poseída por la influencia del espejo e intenta atacar a Tim y Kaylie, pero Alan llega, la detiene, y la encadena en una habitación. Pasan los días y Tim y Kaylie están llenos de miedo, una noche su padre toma una pistola, desencadena a Marie y atacan a los niños. Marie casi estrangula a Kaylie pero Alan le dispara matándola, no con el fin de proteger a los niños, más bien para matarlos él. Los niños corren a romper el espejo, pero resulta imposible. Alan les alcanza e intenta estrangular a Kaylie, pero Tim le detiene y toma el arma. Tim le apunta a su padre Alan quien parece recuperar la lucidez por un momento y hala él mismo el gatillo para no lastimar a los niños. La policía llega al lugar y Tim es acusado de los asesinatos por lo que es recluido en una institución mental, mientras que su hermana mayor Kaylie es llevada a un hogar sustituto.
Once años después, Tim es liberado y se reúne nueva vez con su hermana. Mientras que Tim parece haber olvidado el incidente del espejo y verlo de manera razonable, su hermana Kaylie se niega a olvidar lo que pasó y a reconocer que todo pudo ser producto de la imaginación como le sugiere Tim. Empeñada en probar su punto y destruir la reliquia, Kaylie consigue el espejo nuevamente, y tanto ella como su hermano se ven expuestos otra vez ante su maligno poder.
Un espejo que cambia la percepción de las personas a su alrededor al punto de provocar que se hagan daño a ellos mismos y a los demás, la verdad es que es un tema para hacer una buena película de terror. Pero “Oculus” más que valerse del simple terror sangriento y efectos especiales, se basa en una atmósfera psicológica negativa alrededor del espejo, es decir, en toda la película el espejo en sí no tiene nada de especial, es un simple objeto pegado a la pared, pero algo tiene… ¿Qué será? Esta pregunta se supone irán siendo aclaradas según se alterna la historia de la tragedia con la actualidad de los ya adultos Tim y Kaylie.
Hasta ahí la película es prometedora en verdad, pero para mí se quedaron muy a medias en cuanto a progresión; hay escenas como si sólo estuvieran ahí para rellenar la película, diálogos que además de innecesarios se prolongan y aburren, además de la clarísima falta de química entre los actores que conforman el matrimonio Russell. Los efectos del espejo sobre las personas y la realidad me parece que si bien es necesario mantener el enigma sobre dicho objeto, un poco más acerca de su origen no hubiese estado de más.
En cuanto a las actuaciones, me gustó la de Karen Gillian, creo que manejó bien la mezcla de su personaje entre ser una persona obsesiva y determinada a demostrar su punto. El personaje de Tim por sí solo no hace mucho que digamos, su presencia es evidentemente reforzada por el personaje de Kaylie interpretado por la ya mencionada Gillian (como debe de ser, ya que ella es la típica hermana mayor que le manipula). Los actores Rory Cochrane y Katee Sackhoff por separado hacen muy buenas interpretaciones, pero como ya dije, cuando les toca hacer del matrimonio feliz, simplemente no logran atinarle.
“Oculus” definitivamente es una película de terror diferente, pero se desarrolla con muchos rodeos y pocas explicaciones, además de un final abrupto y pendejísimo. La sentencia final es que pudo ser mejor, menos aburrida, con un desarrollo más ameno y menos desesperante.