August: Osage County (2013)
“August: Osage County” no es una película fácil de tragar porque básicamente traca de una familia de mujeres locas, y los pocos hombres que han tenido la desdicha de casarse con alguna de estas mujeres, son los que presentan como gente normal. De hecho, el póster de esta película lo que muestra es un pleito familiar que no le desearía a nadie. Luego de ver esta película, me doy cuenta que mi familia no está tan loca después de todo, pero lamentándolo mucho, habrá casos que dirán que la gente de esta familia es normal en comparación con la propia. En los primeros 6 minutos te das cuenta si es una película que podrás aguantar.
El filme empieza con un don llamado Beverly (Sam Shepard), preparando a una joven cheyenne para el huracán que se convertirá su vida una vez empiece a trabajar como cocinera para ellos. En esto es que conocemos a Violet (Meryl Streep), una doña desagradable que nunca sabremos cómo es que Beverly le ha aguantado tantos años de matrimonio. Creo que esa es una tendencia en Hollywood: parejas viejas no se divorcian por más discusiones que tengan a diario. En fin, luego de conocer a Violet es que puedes decidir si vas aguantar más de su abuso verbal o dejar esto para ponerte a hacer otra cosa. Yo me quedé, pero Beverly decidió irse y nunca más volver…
Debido a la desaparición de Beverly, sus hijas volverán a encontrarse en la casa donde crecieron, ubicada en algún pueblito (posiblemente llamado Osage County o Condado Osage) de Oklahoma. ¿Qué se puede esperar de una película cuyo póster tiene a una doña en el suelo? Eso mismo, una familia disfuncional que se la pasa peleando por ninguna razón, quizás como resentimiento por lo malvada que es Violet. Al menos sabemos que el secreto de Beverly era la bebida como única forma de poder aguantarle vainas. Meryl Streep es espectacular en este papel de doña sociópata, de principio a fin mantiene ese aire de locura y poder que cualquiera sólo diría “oh, por favor, no me lleves a casa de abuela”. En serio, esta doña es un terrible ser humano.
La primera de las hijas en aparecer es Ivy (Julianne Nicholson), quien quizás sea la menos anormal de la familia, y que tiene grandes planes en su vida, aunque nadie sabe realmente adónde vaya a parar. La segunda hija que vemos es Barbara (Julia Roberts), quien ha heredado parte del carácter dominante de su madre, y a quien no quisieras llevarle la contraria en una discusión. Y finalmente está Karen (Juliette Lewis), la mami chula que se va a casar con un hombre rico (posiblemente un estafador y/o evasor de impuestos). Como el temperamento fuerte lo tiene el personaje de Julia Roberts, también le toca hacer el papel de doña malhumorada, y basándome en eso y el hecho de que es la única que tiene una hija, he decidido que ella es la primogénita aunque no nos hayan dicho nada al respecto. Hablando de la hija de Barbara, Jean (Abigail Breslin), también tiene problemas mentales, pero es más fácil atribuírselos a la adolescencia.
Todos los integrantes de esta familia tienen problemas. Todos. Así nos quedan aquellos que no están directamente relacionados a doña Violet, como Bill (Ewan McGregor), cuyo único error en la vida ha sido haberse casado con Barbara y acompanarla a este viaje familiar. No todo está perdido para Bill, ya que él y Barbara están “separados”, y digan lo que digan, esto posteriormente se traducirá a un divorcio (porque sinceramente tampoco entiendo cómo es que puede aguantarle vainas a esa mujer). También está la cocinera cheyenne Johnna (Misty Upham), quien hace su trabajo sin mucho alboroto, y muestra lo poco de sentido común que tiene esta película cuando tiene que usar una pala para castigar a alguien.
Finalmente, uniéndose al reparto de mujeres locas está la tía Mattie Fae (Margo Martindale), hermana de Violet, y quien en un principio creía que iba a ser una mujer normal, junto a su esposo el normal y fumador de yerba, Charlie (Chris Cooper). Tienen un hijo al que llaman Pequeño Charles (Benedict Cumberbatch), y no hay forma fácil de describirlo, pero voy a limitarme a decir que es “un poco lento”. Así todo el drama se basa en tres cosas: 1) “sacar los trapitos al sol”, 2) dejar salir toda la ira que llevan dentro, y 3) buscar la manera de ofender a alguien porque esta familia está compuesta por seres humanos desagradables. Y lo que tenemos es eso, un drama que es impulsado por la complejidad de los personajes, que nos recuerda que existen familias disfuncionales como esta.
Conclusión
No creo que “August: Osage County” sea una película que le agrade a todo el mundo porque no es una que tenga un final feliz, o un mensaje inspirador, sino la cruda realidad de una familia de gente loca. A pesar de ello, las actuaciones son excelentes, y Meryl Streep y Julia Roberts sobresalen en las discusiones de poder. En lo particular, estoy feliz de conocer ni estar cerca de ninguna de estas mujeres.
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