American Hustle (2013)

Como una bella rapsodia estrafalaria de los años 70 basada en unos carismáticos estafadores, se presenta en las salas American Hustle, dirigida por David O. Russell. Una vez más este director logra deleitarnos con una historia que garantiza el suspenso a pesar de tratarse de un tema, se podría decir, no tan complicado. Cada minuto de este filme es disfrutable y emocionante, con salpicaduras de comedia y actuaciones simplemente memorables… simplemente sin desperdicios.

La historia arranca con el personaje de Irving Rosenfeld (un irreconocible Christian Bale) acomodándose el cabello de manera casi imposible para ocultar su calva. Acto seguido se dirige a otra de las habitaciones del hotel donde se hospedan, en la que agentes de la policía monitorean con cámaras y micrófonos una de las operaciones donde Irving participa junto a su amante Sydney Prosser (Amy Adams) y el agente del FBI Richie DiMaso (Bradley Cooper). En principio Irving Rosenfeld se dedicaba a estafar por si solo a sus víctimas, prometiéndoles préstamos que nunca se concretaban a cambio de una comisión de 5,000 dólares para él. Un día conoce a Sydney Prosser y tras varios encuentros ambos se enamoran locamente, Irving logra hacer de Sydney su mano derecha en su compañía ilícita de préstamos, esto a pesar de que ella sabe que Irving está casado con la escandalosa y manipuladora Rosalyn (Jennifer Lawrence) y ha adoptado a su pequeño hijo, Danny.

Un día el detective Richie DiMaso haciéndose pasar por un cliente, les tiende una trampa inculpando y arrestando a Sydney, pero el detective DiMaso es muy ambicioso y no se conforma con inculparlos a ellos: les propone a Irving y a Sydney que colaboren con él en la caza de cuatro peces gordos a cambio de inmunidad. A regañadientes, Irving acepta trabajar con DiMaso, pero la operación bajo su mando para atrapar personas corruptas se va haciendo más y más grande, hasta un punto que Irving, su familia y Sydney se verán con la soga al cuello.

De principio a fin, las situaciones son bastantes pintorescas; el mundo del brillo, la laca y los escotes bien profundos de Amy Adams son un complemento audaz en esta gran trama. El suspenso y las expectativas de que algo malo va a suceder no faltan en el filme en ningún momento, igualmente los toques jocosos que más que un drama hacen de este filme una muy buena comedia.

En cuanto a personajes, debo comenzar por la increíble actuación de Jennifer Lawrence como la loca Rosalyn; esta es sin duda la interpretación más memorable de toda la película, a mi parecer esta vez sí que ha demostrado ser una merecedora del Óscar a su corta edad. Por otro lado está Christian Bale irreconocible, grotesco y hasta caricaturesco si se podría decir, un personaje en el que nunca nadie se lo hubiese imaginado pero que logra bien su compenetración en la trama y en la atmósfera setentera. Tampoco se queda atrás Amy Adams, que con este papel deja atrás a la chica buena e inocente para dar vida a un personaje más atrevido y profundo que a los que nos tiene acostumbrados (exceptuando aquel en Cruel Intentions) lo que demuestra que tiene madera para cualquier papel. Bradley Cooper con rizos y todo sigue siendo Bradley Cooper, un personaje un poco averiado de la cabeza, pero no creo que haya sido tan buena interpretación como la de sus colegas.

Otro gran logro de American Hustle  vendría a ser la ambientación, el vestuario y el maquillaje, aunque en algunas ocasiones sentí que se les iba la mano con el personaje de Irving, pero supongo que la exageración en el vestuario y algunos peinados combina a la perfección con el grado de desfachatez y cinismo de los personajes principales al llevar a cabo sus estafas. Merece una buena mención la banda sonora de la cinta, bastante nostálgica debo decir.

Pero a pesar de todo lo bueno citado, no quedé muy contenta con el final, tal vez me hubiese gustado que “le buscaran la quinta pata al gato” con un giro más sorprendente y más elaborado, pero supongo que a veces es mejor no darle vueltas de más al asunto. La trama se toma su tiempo para desarrollarse sin apresuramientos que podrían dañar el buen hilo que mantiene. Simple, amena, cómica y estrafalaria a su modo, American Hustle es definitivamente una buena recomendación.