The Hunger Games: Catching Fire (2013)

Bienvenida sea a los cines la segunda entrega de la esperada saga/franquicia The Hunger Games: Catching Fire (Los Juegos del Hambre: En llamas), donde veremos acción, romance, intriga y más romance ¡por 146 minutos! (coman antes de entrar al cine o compren en la entrada porque si no, de verdad se morirán de hambre). Para el pre púberes fan de los libros de Suzanne Collins esta película será simple y llanamente maravillosa; para los que no son fans de la saga o son adultos, simplemente se alegrarán de que esta película no es Twilight.

Pues bien, como recordarán en el futuro ya no existe Estados Unidos, en su lugar está Panem regida por un poderoso gobierno desde el Capitolio gobierno que por la vestimenta y extravagante modo de vida de sus ciudadanos, parece ser un triunvirato formado por Kesha, Nicki Minaj y Lady Gaga a la cabeza. En Panem se realizan cada año Los Juegos del Hambre, cada distrito debe entregar a dos jóvenes, chico y chica, entre los doce y dieciocho años como tributo o sacrificio a dichos juegos; el vencedor vivirá feliz por el resto de sus días, en una villa exclusiva dentro de su distrito con todos los gastos pagos. Los ganadores de los últimos juegos  Katniss Everdeen (Jennifer Lawrence) y Peeta Mellark (Josh Hutcherson) viven con sus privilegios en el Distrito 12, pero Katniss no ha superado el trauma de los últimos juegos y aún tiene pesadillas, pero para su pesar las cosas aun no terminan; luego de ganar los juegos sigue la gira de los vencedores, donde ella y Peeta deben presentar sus respeto a los caídos distrito por distrito. Katniss recibe la visita sorpresa del mismo presidente Snow (Donald Sutherland) en su casa, donde este le explica como su rebeldía en los últimos juegos forzándolos a elegir dos ganadores en vez de uno, se han convertido en un problema para él  y su gobierno. El presidente Snow le deja entre dicho que si no sigue demostrando que lo que hizo fue por amor y no por simple obstinación, ella y los que ama pagarán las consecuencia.

Katniss y Peeta deciden hacer la pantomima de enamorados, pero por más que fingen y se apegan al libreto, los disturbios continúan; el sinsajo, la misma Katniss es el símbolo de una inminente revolución que se aproxima en Panem y que el presidente Snow no está dispuesto a tolerar. Como plan para eliminar de una vez por todas a Katniss, Snow se apega al decreto que permite celebrar el 25 aniversario de los juegos por medio del denominado Quarter Quell (Avasallaje). El avasallaje permite meter en la arena a los últimos 25 vencedores de todos los juegos, esto incluye a Katniss y a Peeta, que deberán batirse a muerte otra vez hasta que sólo uno de los 25 competidores quede con vida.

En comparación con la primera parte, esta definitivamente tiene un mayor presupuesto y un reparto más significativo, pues parte de los tributos tienen una mejor y mayor participación. Aunque no nos engañemos, si tienen a una ganadora del oscar de 22 años, ya sabemos quién es la verdadera estrella de todo el rollo; Jennifer Lawrence es la definitiva protagonista de la nueva franquicia adolescente. Porque para eso es esta película, para adolescentes; lo podemos percibir en su acción limitada a cortes y golpes con mínimas dosis de sangre, en el tan aparentemente necesario triángulo amoroso  (si es una película para adolescentes, no puede faltar el triángulo amoroso) de Katniss que repito, no sé cuál es el problema si Gale (Laim Hemsworth) es más alto y más apuesto. Esto será uno de los grandes misterios de la historia de América, ¿Por qué no le dieron el papel de Peeta a Liam Hemsworth? Es decir, el agente de Josh Hutcherson (Peeta) debe ser un dios; Jennifer Lawrence mide 1,79 m y Josh Hutcherson mide 1,67 m. ¿Cómo pudo pasar esto?

Jennifer Lawrence nuevamente es la chica del arco, la chica en llamas, la adolescente con el corazón dividido que le quita el aliento a uno que otro espectador con sus escasas lágrimas en los momentos tristes y su regia y desafiante postura ante el gobierno; porque no lo olviden, Katniss Everdeen es una heroína, una revolucionaria que puede transmitir carisma y emociones, no una vampira pelirroja y estúpida que no sabe actuar. Peeta sigue siendo avergonzado en la arena por su novia más alta y más hábil que él, su personaje es simplemente lastimero, lo único bueno que hace es tratar de proteger a Katniss pero resulta que no puede, ¿no se supone que su fortaleza debió aumentar tras los últimos juegos? Por suerte se han incorporado nuevos personajes para obviar más lo patético que es Peeta, dos de los personajes más llamativos y de los que definitivamente esperamos ver más son Johanna Mason (Jena Malone) y Finnick Odair (Sam Claflin), porque seamos sinceros, tanto ver correr de aquí para allá solo a Katniss puede ser cansón. Los personajes de la primera repiten, Elizabeth Banks irreconocible como la estrambótica Effie y Woody Harrelson como el ebrio irreverente favorito de todos.

Como en la primera ya se mostró la decadente y extravagante vida en el Capitolio, esta vez la película se divide en los varios escenarios que conforman el mundo de The Hunger Games, sobre todo en el Distrito 12. La película sigue teniendo un fallo primordial; se llama “Los Juegos del Hambre”, pero en dos películas ya, no hemos visto el primer caso de inanición o signo de desnutrición en absolutamente nadie, ni siquiera dientes feos, cabellos opacos o quebradizos, piel deslucida, ¡nada! Sólo un montón de personas bellas y  fabulosas un poco sucia diciendo que hay hambre, pero no parece. En cuanto a efectos especiales, los trucos de los vestidos de Katniss no faltan, pero eso sí, poquita sangre, porque lo último que queremos ver en un juego hasta la muerte es sangre. La escena donde reciben otra vez los tributos es más épica en esta parte.

En conclusión, la película es larga, a veces harta tanto titubeo por parte del presidente Snow, y te preguntas, ¿Por qué Katniss o alguien no le dispara en la cara al presidente Snow de una vez por todas? ¿O por qué el presidente Snow no mata a Katniss o a Peeta de una vez por todas? ¿Por qué Peeta es tan pendejo? ¿Por qué la puerta automática en la cabina de seguridad del tren se queda medio abierta? ¿Por qué Peeta es tan patético?  La película es buena, lo malo es que el director desarrolló mucho la trama, incluso con detalles innecesarios, (hubiese sido mejor ocupar tanto tiempo en una enardecida batalla cuerpo a cuerpo entre el equipo de Katniss y los Profesionales) para luego darle un final abrupto y poco gratificante para la audiencia que pasó 2 horas o más sentados, por lo que es comprensible el alegato de “clavo” que muchos le achacaron. Si eres fan de los libros de Collins y ya leíste la saga, véla, la disfrutarás; de lo contrario debes saber que la película es buena para verla una sola vez, está inconclusa y tiene que esperar la próxima entrega para saber el desenlace.