Percy Jackson & the Lightning Thief (2010)
Percy Jackson y el ladrón del rayo
Percy Jackson y el ladrón del rayo es la adaptación de la popular obra escrita por Rick Riordan, Percy Jackson & The Olympians. El mundo de Percy es una aleación peculiar entre la mitología griega y el mundo moderno, una visión totalmente cosmopolita del popular panteón griego. Cabe destacar que el libro Percy Jackson & The Olympians es muy popular entre los jóvenes de educación media en Estados Unidos, lo cual explica porqué desde su estreno estaba anunciada la secuela de la misma, y la gran aceptación entre el público joven, a pesar de que en verdad es… bastante boba.
Percy Jackson y el ladrón del rayo, inicia con el dios de los mares, Poseidón (Kevin Mckidd), emergiendo de las aguas cerca de un puerto en Nueva York como un colosal gigante, ante la mirada atónita de un viejo mortal. Sin nada de discreción, cambia de forma a tamaño normal y se dirige al edificio del Empire State, donde le espera un enojado Zeus (Sean Bean). Zeus le hace saber que alguien ha robado su rayo, y que sospecha que ha sido uno de sus hijos bastardos en la tierra: Percy Jackson (Logan Lerman). En la siguiente escena nos muestran a Percy, un chico en la escuela con problemas de dislexia y desorden de hiperactividad, junto a su mejor amigo Groover (Brandon T. Jackson). Ese día, Percy asiste a una excursión en un museo; en un momento que la profesora sustituta lo aparta del grupo para preguntarle algo, se transforma en un monstruo llamado “Furia” y lo ataca pidiéndole insistentemente que devuelva el rayo. Mientras es atacado, es salvado por su amigo Groover, quien resulta ser un sátiro y su protector, y por el profesor Brunner (Pierce Brosnan), quien resulta ser un centauro.
Tras estos sucesos, Percy se entera de su verdadera identidad, y es forzado a dejar a su madre para ponerse a salvo. Cuando se dirigían al campamento de semidioses o media sangre, Percy, su madre, y Groover son atacados por un minotauro; el minotauro logra secuestrar a la madre de Percy, revelándose más tarde Hades, diciéndole que si quiere volver a ver a su madre viva, deberá descender al inframundo y entregarle el rayo. Además, Percy debe evitar un enfrentamiento entre Zeus y su padre Poseidón, buscando y devolviendo el rayo en menos de diez días.
Percy Jackon parece que fue escrita por alguien con una vaga idea de los dioses griegos o que simplemente odia esa mitología, no habría otra forma de interpretar la torpe puesta en escena de situaciones simplemente absurdas por no decir descabelladas; los tiempos cambian y los dioses también… junto con toda su geografía, por eso el olimpo no está en el monte Olimpo en Grecia, está en Nueva York, en el Empire State igual que otros lugares mitológicos dispersos a lo largo de toda la geografía norteamericana.
Resulta además, que nuestro héroe principal, Percy, no sólo es un semidios, es un chico Ritalin (medicamento para el déficit de atención), diagnosticado así porque sus poderes innatos le hacen el ver el mundo de manera muy diferente, como leer griego en inglés o viceversa. Tal vez el medicamento explique la poca sorpresa y la gran credulidad con la que acepta inmediatamente su nueva realidad, sin contar que aprende a manejar una espada y a dar saltos de araña en un santiamén, con apenas un día en el campamento para semidioses. Sí, él es el chico especial.
Y claro, no podía faltar la chica, Annabeth (Alexandra Daddario), fuerte e intrépida, hija de la diosa Atenea, quien en la mitología juró mantenerse virgen por la cabeza de su padre Zeus, ¡pero hey!, no seamos tan laxos; si el Olimpo está en Nueva York, James Bond es un centauro en esta película, y las zapatillas del dios Hermes son unos Converse… ¡Atenea bien puede tener hijos! En cuanto al personaje de Groover, se supone que es el de las situaciones jocosas y chistes oportunos en escena, y como protector de Percy, debemos decir que es bastante malo en su trabajo, pues su función es prácticamente nula. Uma Thurman estaba tan aburrida que decidió pasar cinco minutos por el set para interpretar a una medusa que parecía Cruella de Vil, y el dios Hades resulta que es una estrella de rock con problemas emocionales y tiene a una esposa aburrida, Perséfone (Rosario Dawson).
Por las veces que pronuncian el nombre “Percy Jackson”, queda más que claro que él es el protagonista y que es más que importante para el desarrollo de la trama. Claro, después de los efectos especiales porque, ¿Qué sería de Percy Jackson y el ladrón del rayo sin los múltiples efectos especiales y escenas de acción? Se dejaría ver demasiado lo que es en realidad; una parodia absurda e infantil de la mitología griega, justamente apta para chiquillos o un día de aburrimiento.
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En defensa del material original, la quintología literaria de Percy Jackson y los Dioses del Olimpo es sorprendentemente buena — Rick Riordan hace alarde de sus amplísimos conocimientos de todo el panteón de deidades griegas adaptando partes tramas de obras clásicas como la Ilíada y la Odisea al mundo moderno dentro del universo de Percy Jackson de manera bastante creíble y agradable, y su estilo literario es envolvente y atractivo sin llegar a lo pesado ni sobre-descriptivo, lleno de toques de ese humor seco e inexpresivamente cínico que es difícil de lograr bien, pero que bien logrado, te hace mantener una sonrisa descabellada por horas.
Vi la primera película (The Lightning Thief) y en comparación con la obra original no fue más que un desastre total. Por mucho que me guste el elenco, la adaptación es un insulto.