Identity Thief (2013)
Ladrona de identidades
Identity Thief (Por la cara en español o Ladrona de identidades en español latinoamericano) es una comedia de Seth Gordon (Horrible bosses) desarrollada como un viaje por carretera de los protagonistas. No obstante, la falta de coherencia y lo descabellado de las situaciones hacen mella en la película y la dejan precisamente… atascada en la carretera.
Diana (Melissa McCarthy) es una potencial sociópata con sobrepeso además de solitaria que trata de llenar el gran vacío que siente con cosas materiales y mimos costosos que ella no puede permitirse. Por ello se vale de robar identidades y hacer uso de las tarjetas de créditos de sus víctimas hasta drenarles por completo. Una de esas víctimas resulta ser Sandy Bigelow Patterson (Jason Bateman), un agente comercial, padre de familia, y querido esposo de Trish (Amanda Peet) quien tiene un bebé en camino. El timo de identidad arruina la perfecta vida de Sandy a tal punto que los cargos policiales por los crímenes que Diana cometió amenazan con hacerle perder su trabajo. Por esto se ve en la obligación de ir de Denver hasta Miami en automóvil para someter él mismo a Diana y llevarle ante la justicia.
Tantos disparates en una sola película deberían estar vetados de la pantalla grande, porque si bien como espectador de una comedia no esperas grandes dosis de lógica, no es justo que nos lleven al ridículo. El argumento es simplemente intragable, igual que el personaje de Sandy (Jason Bateman); cuando te encuentras cara a cara con alguien que casi te arruina la vida, además de haberte gastado cerca de 12,000 dólares (¡12,000!) de tu tarjeta, no te quedas ahí parado explicándole como te ha arruinado la vida como un meme con daño cerebral, como mínimo tendrías que atropellarle, y mucho menos llegarías a confiar en alguien así. ¡Pero no! Seth Gordon, quien obviamente no tiene la mínima idea de lo que es la realidad, intenta atosigarnos con una trama simplemente incompatible con la buena razón.
Al principio hay donde el personaje de Sandy (Jason Bateman) tiene una conversación con su jefe (Jon Favreau), resulta que su jefe es un hijo de la gran pudiera, y el pobre Sandy y los demás empleados están cansados de su pedantería. ¿Les suena familiar? Pues no, no están viendo esa otra película de Seth Gordon que sí fue graciosa, Horrible Bosses. Por alguna razón Seth Gordon quiso rememorar su trabajo anterior tal vez porque tiene preparada una secuela (Horrible Bosses 2) para el 2014.
Melissa McCarthy es lo único tolerable en este filme. Digo tolerable porque no se salva del todo de las situaciones imposiblemente ridículas que se dan en la película. El personaje de Diana tiene cierto encanto en cuanto a su descaro como timadora, lo que llamamos “una gordita con gracia,” pero hay que reconocer que al igual que la actitud prácticamente inerte de Sandy (la escena en la que queda atascado en el auto, francamente…), la “gracia” del personaje de Diana a veces irrita un poco.
En cuanto al resto de personajes, los villanos no podían faltar, los malos aparecen por sorpresa en la trama creando grandes expectativas, sobre todo el personaje de Robert Patrick, pero hacen apariciones momentáneas que se podría decir que crean cierta tensión, pero sin llegar a algo realmente grande.
Las denominadas películas de carretera como esta, bien hechas pueden resultar muy amenas –sobretodo las comedias (recuerden a Little Miss Sunshine), pero cuando están saturadas de escenas absurdas y rebuscadas que ponen a prueba el buen juicio del espectador, lejos de causar risas arrancan suspiros de decepción. Identity Thief tiene sus momentitos de risa y un mensaje muy bien intencionado de “todos merecemos compasión,” lamentablemente revestido de toda una charada apoteósica.